Por: Javier Santamaría
Columnista y critico de TV
El melodrama proveniente de la lejana Corea empieza a ganar terreno y adeptos en Latinoamérica con producciones como “Escalera al cielo”( Cheon Kuk Ui Gye Dan) y “El príncipe del café”(Coffee Prince), que se han emitido en varios países con muy buena receptividad, despertando la inquietud de la teleaudiencia latina que empieza a dejarse seducir por estas telenovelas impregnadas de un romanticismo recalcitrado, con historias de amor universales que se enmarcan en la cultura de oriente, sus hilos dramáticos juegan estratégicamente con las emociones humanas ,extremándolas a veces hasta el delirio, a través de personajes que se enfrentan al amor, el odio, la soledad, el desencuentro, la vida y la muerte, sin faltarle una buena dosis de humor al guión.
El melodrama coreano muestra protagonistas de carne y hueso, no tan almidonados y fatuos como los que conocemos en el melodrama clásico latino, no es raro toparse galanes estreñidos y sin rumbo en la vida, heroínas marimacho glotonas , cenicientas dulces y tradicionales, mujeres aguerridas y vanguardistas, características que los hace más cercanos a la teleaudiencia.
Una gran ventaja de las telenovelas coreanas es que son concisas en su desarrollo argumental, no alardean demás y no están totalmente sujetas al manido esquema latino, pues los finales no siempre son felices, color de rosa, aunque denota la fuerte influencia que han tenido especialmente de la telenovela mexicana.
Décadas atrás los latinos fuimos impactados por los dibujos animados y teleseries asiáticas cuyo característica fundamental era precisamente el estrujamiento indolente de las emociones humanas, entre las que se cuentan el capitán Centella, Candy Candy, José Miel, Sankuokai, Mazinger z, entre muchos otras que les han precedido por generaciones.
Al ver “Escalera al cielo” hice inconscientemente un paralelo casi inmediato con la obra literaria “La María” de Jorge Isaacs, de repente por su estilo romántico y trágico. Con “El príncipe del café” evoque la teleserie colombiana “Cartas de amor” que protagonizo Marcelo Cezán y la actriz mexicana Lucía Muñoz, como también la producción de Televisa “Mi pequeña traviesa”, aunque debo decir que el melodrama coreano me inquieto más que los anteriores.Nombres de actores y actrices coreanos ya son muy populares en Latinoamérica, tal es el caso deYoon Eun Hye y Gong Yoo la pareja protagónica de “Coffe prince”.
En Colombia aun no hemos tenido la oportunidad de apreciar telenovelas Coreanas, muy seguramente de darse su incursión, desplazarían a los culebrones mexicanos enfrascados actualmente en el síndrome del refrito crónico y como los canales privados tienen convenios comerciales pactados, se hace remota la idea de que se programe una producción asiática en la pantalla chica colombiana, a no ser que City Tv u otro canal regional se aventure a hacerlo.
Podría concluir que definitivamente el lenguaje de la telenovela es más universal que el mismo idioma inglés y que el romanticismo aun sigue latente en pleno siglo XXI. Bienvenidos sean los melodramas coreanos.
jahesa@hotmail.com
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