Sunday, April 4, 2010
EL CRONISTA DE LO URBANO
Por Meryt Montiel Lugo
Uno de los artistas más cotizados del momento, Ricardo Arjona, llegará a Cali el 17 de abril con su gira Quinto Piso. Las caras de un poeta que genera odios y amores.
1. Trovador cotizado
Ser hospedado en la suite presidencial de un hotel cinco estrellas; todo un piso del mismo, tiene que ser exclusivo para él y sus músicos; cuatro camionetas blindadas e idénticas, con disponibilidad de conductores las 24 horas del día, deben hacer parte del esquema de seguridad que le brinden. Sólo ofrecerá una rueda de prensa y será en Bogotá el 8 de abril. Cobrará por cada show US$500.000 (unos 960 millones de pesos).
Estas son sólo algunas de las condiciones del cantante guatemalteco Ricardo Arjona para realizar su gira Quinto Piso en Colombia, que emprenderá el 9 de abril en Medellín y finalizará en Cali el 17 de este mes, en el Estadio Pascual Guerrero.
Bien vale la pena cumplir sus exigencias, pues como manifiesta Iván Valenzuela, uno de los empresarios que traen al compositor e intérprete de éxitos como Mujeres, Dime que no, Ella y Él y Señora de Cuatro Décadas “Arjona llena todos los lugares a donde va”.
En 2009 su gira ‘Quinto Piso’ colmó en Estados Unidos el Airlines Arena de Miami; el Madison Square Garden, de Nueva York; rompió récord en Argentina abarrotando en cinco ocasiones consecutivas el Estadio del Boca Juniors. Este año, en Viña del Mar, Chile, donde recibió todos los premios posibles (antorcha de plata, antorcha de oro y doble gaviota de plata) se dio el lujo, como lo confirma Valenzuela, de cobrar US$657.000.
Los ocho meses de conversaciones con los mánagers de Arjona y el dinero apostado a sus show están bien invertidos, ya que la receptividad del público colombiano ha sido excelente. Casi está todo vendido: en Medellín quedan como 500 boletas, en Bogotá hubo que programar una segunda presentación y quedan pocas localidades. Y en Cali la preventa es lenta pero ya van unas 8.000 boletas vendidas. Esto es muy buen termómetro, comenta complacido el empresario.
‘El Cronista de lo Urbano’, como lo llaman sus admiradores por su capacidad de contar vivencias que hacen reflexionar sobre seres comunes y corrientes (Taxi), sobre las conflictivas relaciones de pareja (Te Conozco) o acerca de las injusticias sociales (Los Mojados o Si el Norte fuera el Sur) a los 46 años de vida se ha convertido en todo un showman.
Por lo menos ese es el sentir del presentador José Gabriel Ortiz, quien lo vio en su más reciente concierto en Puerto Rico y lo entrevistó en ese país. El presentador del Canal Caracol cuenta que quedó muy impresionado no sólo por las canciones del artista sino por su show espectacular: por la escenografía, la coreografía, las luces, por todo. Más que cantante, reafirma Ortiz, Arjona es un showman.
A este amante del golf, a quien retó para jugar con él en Colombia, Ortiz lo describe como una persona inteligente, tremendamente seria, agradable, pero un poco distante y cuya vida privada no deja abordar fácilmente.
Carlos Omar Saldarriaga, director de La X, en Cali, y quien tuvo la oportunidad de verlo en escena en 2006 en la Plaza de Toros de Cali, destaca que el cantautor ha trascendido porque ha sabido interpretar lo que vive la gente con palabras bonitas y bien organizadas. Que sus seguidores no sólo se quedan con la canción que fue éxito radial sino que investigan el resto del contenido del ábum. “Por eso, en esa ocasión me llamó la atención ver cantar a todo el mundo las canciones famosas y otras que en mi vida había escuchado. Las coreaban desde el dieciochoañero hasta el cincuentón”.
Pero así como tiene grandes admiradores, Arjona cuenta también con un ejército de detractores que no soportan sus canciones, como el libretista Dago García o el cronista Alberto Salcedo Ramos. Este último, escribió una columna en la revista El Clavo denigrando “de la tontería de sus versos y del engreimiento con el que los canta: “Hay pingüinos en la cama/ por el hielo que provocas/ si hace un mes que no me tocas”.
Arjona, dice Salcedo, “se ha encargado de demostrar hasta la saciedad que es una cantera inagotable de disparates. Un día canta: ‘Será porque no me gusta la tapicería/ que creo que tu desnudez es tu mejor lencería’. Y al día siguiente cuando nos imaginamos que le resultará imposible sacarse de la manga una sandez tal colosal como esa vuelve a la carga con la propuesta más embrollada y ridícula que un amante le puede plantear a su musa: “mejor dime que no / y dame ese sí como un cuentagotas/ dime que no pensando en un sí/ y déjame lo otro a mí”.
Salcedo, finaliza su columna exhortando a sus amigos detractores a no ahorcar a Arjona: Mientras él siga rebuznando sus coplas cantinflescas, más valor tendrán los poetas verdaderos como Serrat y Sabina. Mientras él respire, el circo tendrá payaso y por lo tanto, sentido”.
Consultado por El País, Salcedo Ramos sólo quiso agregar sobre Arjona: “El tipo tiene la increíble facilidad de decir cosas más terribles y tontas cada día, es prolífico en bobadas”.
2. Mujeres, Santo Pecado
Este capricorniano, de 1,95 metros de estatura y de duro rostro, que antes de convertirse en una estrella controversial fue maestro de una escuela rural en Guatemala y miembro de la selección de baloncesto de su país, es de esos artistas que genera odios y amores, como expresa la locutora del Sistema Bésame Nacional, Aleyda Salcedo.
Ella, que hace también la selección de baladas en La Luciérnaga, de Caracol radio, revela que Arjona es un artista que le agrada, pues lo considera muy profesional y admira que le ponga teatro a su música en el escenario, pues no se conforma con salir a cantar sino que ambientaliza todo el set y toda su presentación. Pero también admite que a mucha gente no le simpatiza porque no entiende sus baladas ni sus temas de carácter social, por eso dice, no logran identificarse con él.
Además, comenta Aleyda, hay gente que no le perdona que cante muy bonito, que se exprese muy lindo en sus canciones pero por otro lado trascienda que es un hombre que maltrataba a su esposa. La gente se quedó con esa imagen de él. Que sea o no cierto eso lo sabrán sólo ellos dos.
La verdad es que para el hombre que se pregunta cantando que a las ‘Mujeres’ “quién las inventó...no sé quién nos hizo ese favor...tuvo que ser Dios que vio al hombre tan solo y sin dudarlo pensó en dos...”, se le convirtió en un karma su divorcio de la ex Miss Puerto Rico Leslie Torres, a quien conoció en Argentina en 1985.
Fue un proceso de casi siete años de tire y afloje muy duro, que culminó el año pasado con un acuerdo mutuo de retiro de demandas y custodia compartida de sus dos hijos. De los convenios económicos a lo que llegaron poco trascendió a los medios.
Lo que sí fue ‘vox populi’ en la prensa internacional fueron las acusaciones mutuas, cuando ambas figuras instauraron las respectivas demandas de divorcio en 2002. Leslie en Estados Unidos y Arjona en México.
La ex soberana, como lo difundió el portal Noticias México, acusó a Arjona de maltrato físico y emocional: Según ella, la había cacheteado, empujado, pateado, tirado del pelo, además de arrojarla en la ducha vestida y echarle agua fría.
‘Te voy a cortar la cabeza’, ‘te voy a tirar por el balcón para quedarme sólo con mis hijos’, ‘Te voy a matar’, eran las frases con las que, según Leslie, este hijo de Jocotenango, Antigua Guatemala, la amenazaba.
Decía la ex reina que su esposo por pasar meses en gira la dejaba mucho tiempo sola, que nunca había cuidado de sus hijos Adria (hoy de 18) y Ricardo (de 16) y que rara vez los cuidaba, bañaba o alimentaba. Que incluso, los insultaba. A la niña le decía gorda, estúpida, que sería una ‘pu...’ como su madre. Y al niño que sería un maricón.
Trascendió tiempo después, según Torres, que su ex marido no le permitió estar en la fiesta de 15 de su hija Adria.
Ricardo Arjona por su parte, acusó a su esposa de alcohólica, drogadicta, de abusar de pastillas para adelgazar y para combatir la depresión. Que era incapaz física, mental y emocionalmente de atender a sus hijos. Además, certificó que en mayo de 2002 fue hospilizada por intento de suicidio y dependencia del alcohol y que gastó US$25.000 en instituciones de rehabilitación buscando su recuperación.
En los años siguientes fueron muchos los capítulos que protagonizaron estas dos estrellas: una juez de EE.UU. obligó a Arjona a declarar sobre sus bienes materiales, que calculó él, en 2006, en 20 millones de dólares. En 2007, debió aumentar de US$8.200 a US$40.000, la suma que entregaba a su esposa cada mes.
Leslie pidió, además, parte de las regalías de los discos y videos de su marido, y la repartición de una casa en Miami y de tres en México, y de otras más.
Con el correr del tiempo --en el que Arjona debió pagarle a Leslie una operación para que se retirara los implantes en los senos que ella se había hecho colocar por complacerlo a él y que perjudicaron su salud-- los ánimos y los escándalos se fueron apaciguando.
Mientras Arjona pedía a la prensa que no le preguntaran sobre su vida privada, Leslie aseguraba que perdonaba a su esposo, que siempre lo iba a querer por ser el padre de sus hijos y que lo respetaba mucho. “A veces el hígado o terceras personas hacen decir cosas que no sientes. Sé que esos pensamientos no están en el corazón de Ricardo, sé que ese no es él”, respondía al ser interrogada sobre pasadas declaraciones de su marido.
El matrimonio no es para mí
Arjona, del que se especula fue infiel a su mujer Leslie Torres con la ex Miss Universo Alicia Machado (su esposa le perdonó la aventura pero luego el cantante reincidió con la venezolana) ha dicho que si algo ha aprendido en los últimos años es que “el matrimonio no es para mí”.
Sin embargo, las mujeres siguen siendo su adoración. Y tal parece que las venezolanas son su debilidad, porque se le vinculó sentimentalmente en 2006 con la cotizada modelo caraqueña Deisy Arvelo, la misma que conoció en 1998 durante el rodaje de su video ‘Dime que no’, donde ella interpretaba a una adolescente y él a un fotógrafo.
“Las mujeres son para quererlas y mucho”, no deja de pregonar este poeta de lo urbano que, quizá para exorcizar su imagen de hombre maltratador, tampoco deja de asegurar que “la mujer no se toca, me enseñaron de niño. Una vez golpeé a mi hermana y recibí una paliza que lo aprendí para siempre”. Así recordó en un reportaje de la revista Caras de Argentina en 2006.
Aunque las quiera y mucho, tal parece que no ha encontrado a la mujer ideal para formar nuevamente un nidito de amor. “El día que yo encuentre a alguien como mi perra Nena, volveré a casarme. Pues parto de gira, no la llamo por teléfono, llego sin regalos e igualmente cuando entro, me mueve la cola”. ¿Se nos muere el amor?
En pocas palabras
“Me gustaría caminar por ahí y que nadie se diese cuenta... esa es la libertad que añoro y me permitiría una riqueza enorme de imágenes para alimentar mis canciones".
“Sumo, resto, divido y gasto. Igual que cuando era maestro y ganaba 240 quetzales al mes. Sumaba, restaba, dividía y gastaba”. Ricardo Arjona, cantautor.
3. Observador observado
Edgar Ricardo Arjona Morales llegó a la música obligado por su padre, un maestro al que le encantaba jugar billar y componer canciones. A los 6 años le regaló una guitarra y le enseñó las primeras notas.
Él, más que con ser músico, soñaba con ser bombero, Batman o El Zorro. Por eso, cuando su padre le insistía en las fiestas familiares que cantara ‘Mi árbol y yo’, la misma de siempre, lo complacía casi con lágrimas en los ojos, pues debía suspender los partidos de fútbol con sus primos y hacer lo que odiaba: cantar en público.
Con el tiempo, componer, tocar la guitarra y cantar fueron su refugio para expresar esos sentimientos que ocultaba por su “cabrona timidez”, como suele llamar hoy a su introversión juvenil.
Motivado por su novia, a los 21 años edita su primer disco, ‘Déjame decir que te amo’, que fue un verdadero fiasco. Pero su revancha llegó cuatro años más tarde, en 1989, con ‘Jesús, Verbo no Sustantivo’, coreado por toda Latinoamérica.
Tiempo atrás de su primer gran éxito, actuar como cantante ambulante en la calle peatonal La Florida, de Buenos Aires, sería una de sus más gratas aventuras. Allí la gente lo recompensaba dejándole dinero en el estuche abierto de su guitarra.
El publicista regresaría a los estudios de grabación con álbumes que lo hicieron consagrarse internacionalmente como compositor y cantante (Animal Nocturno, Adentro, Si el Norte Fuera el Sur...). Discos de Diamante, Oro y Platino por las ventas millonarias; premios Grammy reconociendo su talento han sido sólo algunos de sus muchos logros. Pero su gran triunfo, como él mismo lo asegura, es “hacer lo que me da la gana con mi música: nadie me dice qué hacer y a la gente le gusta eso”.
De profundo observador de la vida cotidiana pasó a ser observado y señalado. Algunas de sus canciones fueron censuradas, como ‘Con una estrella’, que canta en favor del aborto. Por su tema ‘El Mesías’, que algunos ven como un vaticinio de los atentados terroristas que ocurrieron en Estados Unidos en 2001, miembros del FBI se acercaron ese mismo año a algunos de sus colaboradores para indagar qué tanto sabía él sobre este asunto.
Pero el problema que más le cuesta sortear de su profesión es la fama. De ahí que diga que siente que está de vacaciones cuando canta en un escenario y trabaja cuando da entrevistas, pues detesta contestar preguntas como ‘¿Cuánto mides?’.“Siempre he pensado que estas preguntas marcan el momento justo de terminar las entrevistas. El problema es que la mayoría empiezan con estas preguntas”.
Con alguna frecuencia es sujeto de titulares en la prensa internacional. Como el año pasado, cuando acusó al equipo de Juanes de plagiar su idea de cantar en la mítica Plaza de la Revolución de Cuba.
Hace dos semanas estuvo en la palestra, porque Fito Páez al hablar sobre el aniquilamiento cultural que vive su país, ilustró esta situación con el hecho de que los argentinos prefieran asistir a conciertos de Ricardo Arjona antes que a los de Charly García. Frentero como siempre su respuesta no se hizo esperar: “Ante los cinco sentidos de cualquiera que los tenga exactos, sus comentarios no serán más que un alarde melancólico, visceral y resentido de alguien al que sólo le queda hablar”.
En Cali
•Rommel Caycedo, jefe de prensa del concierto de Ricardo Arjona en Cali en 1993, cuenta que éste se sorprendió por la insistente persecución que le hizo una despampanante mujer desde la Plaza de Toros hasta el Hotel Torre de Cali, donde fue hospedado.
•La mujer se pilló en qué carro salió y desde el vehículo en que se desplazaba se asomaba por la ventana y le gritaba.“Él estaba aterrado por ser su primera vez en Cali”, cuenta Rommel, quien asegura que esa noche el artista se tomó unos aguardientes junto a él y el empresario.
En conclusión
"La vida es tan complicada y tan difícil que la mejor manera de combatirla es hacer algo que te gusta mucho, la mayor cantidad de veces".
"A veces pienso que la fama hace que tus amigos te atiendan más, pero te quieran menos". Ricardo Arjona, cantautor.
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