Thursday, April 7, 2011

Gobierno Gringo Baja la Santamaría


Pues sí; una vaina casi impensable en un país del primer mundo, para regocijo de muchos de los que apuestan por el descalabro total del país más próspero del planeta, está a punto de ocurrir en pocas horas en el mero Imperio: la paralización del gobierno federal y, en consecuencia, de todas las actividades federales, estatales y municipales financiadas con el dinero del Tío Sam. Es decir, que a partir del viernes el gobierno gringo baja la Santamaría hasta que a los republicanos les dé la gana, básicamente.


Después de largas semanas de tensas, infructuosas e ideologizadas negociaciones entre republicanos y demócratas para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto del próximo año fiscal, plagado de un descomunal déficit de 1.600 billones de dólares -trillion, como lo mientan en inglés-, llegamos al llegadero: no hay acuerdo, y por ende “no hay plata” para pagar las actividades del gobierno federal. ¡Hasta la vista, baby!


El presidente Obama está pagando las consecuencias de los disparates económicos y las guerras financiadas -para beneficio de las grandes corporaciones- en los 8 años de la administración de George W Bush con el dinero de los contribuyentes; lo que generó este enorme déficit fiscal después de los años superávit de la administración Clinton. Lo interesante es que Obama no está culpando a la administración anterior, como tienen haciendo otros desde hace doce largos años en el país caribeño donde nací, sino que tiene a un grupo de expertos economistas negociando con los republicanos para zanjar las diferencias -más ideológicas que económicas- sobre el monto del presupuesto a aprobar.


La paradoja de esta historia es que los republicanos reclaman disciplina fiscal -de la mano del nuevo ídolo de los conservadores, Paul Ryan- cuando se quiere invertir en gasto social: salud, educación, energía renovable, infraestructura, seguro social; mientras que cuando se trata de financiar guerras -en nombre de la libertad- no escatiman en despilfarrar el dinero de los contribuyentes.


Mientras que republicanos y demócratas se ponen de acuerdo para salir de esta lucha presupuestaria/ideológica, en DC -ciudad totalmente dependiente de los fondos federales, por su estatus administrativo diferente al resto del país-, nos quedaremos sin recolección de basura, bibliotecas, policía para hacer cumplir con los parquímetros -buena noticia para much@s pillines- y sin los museos del Smishsonian, entre muchos otros servicios. ¡Que bonito!


Ciro