Saturday, November 6, 2010
El anoréxico aumento del salario mínimo colombiano
Por: Javier Santamaría
Empiezan a soplar los primeros vientos de discusión sobre el aumento del salario mínimo para cerca de 4 millones de colombianos que lo devengan, el Banco de la República vaticina que la inflación cerraría para este año en un nivel del 2,7 por ciento o incluso menos, lo que nos daría un estimativo para la fijación del mismo en un monto de $528.905 pesos, lo que quiere decir que el anoréxico aumento no superaría los $13.905 pesos.
El señor Vicepresidente Angelino Garzón, quien fue Ministro del trabajo y militó en el sindicalismo, ha manifestado que este año el gobierno tiene toda la voluntad para que en la mesa de concertación se llegue a un acuerdo justo, concienzudo y equitativo.
Los últimos años tristemente los asalariados hemos visto como la Comisión Nacional de concertación de Políticas Salariales y Laborales, en la que intervienen gremios y empresarios, centrales obreras, Planeación Nacional y el Ministerio de la Protección Social se sumergen en un tire y afloje en el que impera la postura radical de las partes involucradas, que da como resultado que el anoréxico aumento del salario mínimo sea proclamado por decreto presidencial.
Esos 4 millones de colombianos que sobreviven estoicamente con un mínimo, son unos ¡verracos de raca mandaca!, la verdad que si, si tenemos en cuenta que con los actuales $515.000 pesitos hay que cubrir las necesidades más básicas de un hogar, una misión Titánica que puede conducir a cualquier mortal a la locura.
Alimentación, salud, educación, esparcimiento, servicios públicos, gas, transporte, arriendo o cuota de la casa o apto, impuestos…obviamente muchos de estos ítems quedan en veremos y la calidad de los demás es muy baja.
En Colombia una reducida parte de nuestros compatriotas tienen para solventar los tres llamados “golpes” diarios, lo que puede catalogarse como una gran bendición y privilegio, muchos otros menos afortunados, escasamente consiguen para una comida en el día y ni hablar de los desempleados o los que viven de la informalidad.
Señor Angelino Garzón, usted que viene del pueblo, que le toco comer arroz con huevo y agua de panela, que trasegó en el sindicalismo proclamándose líder de un conglomerado de trabajadores, que fue Ministro del trabajo y ahora es Vicepresidente de este país carcomido por la corrupción, póngase la mano en el corazón y hágale ver al Señor Presidente Santos y sus asesores, que el mejor aguinaldo para 4 millones de colombianos es que se logre concertar un salario mínimo verdaderamente justo y equitativo y por favor procure para que en la mesa de concertación prepondere la buena voluntad y decisión para una Colombia nueva, que sean el estandarte que empiece a doblegar la pobreza que ahoga inmisericordemente al pueblo.
No es justo que los corruptos sigan robando el fisco nacional y aquí no pase nada, que muchos llamados padres de la patria gocen de privilegios descarados y salarios desorbitantes, que los empresarios adopten posturas egoístas para con quienes hacen posible su enriquecimiento, que los ricos sean cada día más ricos y los pobres paupérrimamente más pobres.
La equidad social es un paso importante para alcanzar la tan anhelada paz de nuestra Patria.
jahesa@hotmail.com
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