Óscar Darío Montoya Gómez
ELCOLOMBIANO.COM
El paisa ha actuado para producciones como Amores de mercado, Decisiones, Así es la viday El clon . En la telenovela Pecadora , de Venevisión, compartió escenas como el mejor amigo del protagonista, el mexicano Eduardo Capetillo.
Odiado por sus compañeros de la casa estudio, semana tras semana amenazado ya por talento o convivencia, y finalmente salvado por los votos de los colombianos.
Lo que hoy en día le está ocurriendo a Cristian, el polémico participante de Protagonistas de Nuestra Tele y cuya suerte se decide esta noche por tercera vez consecutiva, de manera similar lo vivió en 2002 el paisa Jáider Villa, quien a la postre resultó ganador del primer Protagonistas de Novela.
Aunque no era el más talentoso como actor, un Jáider introvertido, frentero y que impuso la frase "Yo aquí no vine a hacer amigos" se ganó a los colombianos.
Pero la suerte no lo acompañó al comenzar su carrera actoral. Al año siguiente tuvo un papel pequeño y muy criticado en Milagros de amor , y en 2004 protagonizó Al ritmo de tu corazón , que a pesar de tener éxito en varios países, en Colombia apenas duró una semana al aire.
En esa época sonaba en los medios por sus romances y rompimientos con famosas como Jéssica Cediel, se fue a estudiar actuación a Cuba, hizo teatro y a pesar de que nunca dejó de aparecer en producciones como Decisiones, Amores de mercado, Así es la viday La tormenta, poco a poco fue entrando en el olvido para el público colombiano.
Entonces, ¿qué ha pasado en los últimos estos años con Jáider Villa, al que hoy todos recuerdan gracias a Cristian?
Encontrarlo no fue fácil, pero a través de Facebook lo contactamos y acordamos una entrevista telefónica que arrancó con una frase suya que sonó a broma: "Espérame un segundo yo la pongo a grabar por cuestiones de seguridad". Los dos reímos.
Desde Atlanta, Estados Unidos, estos son algunos apartes de la conversación:
¿Cómo analizas hoy tu comienzo en la actuación?
"En Colombia no le fue bien a Al ritmo de tu corazón por cuestiones de producción, porque no cumplía con los estándares de calidad que RCN exigía. A Milagros entré cuando ya estaba bastante adelantada. Hoy en día conozco más del negocio y creo que haber entrado a una novela que ya venía mal de 'rating' no fue una buena elección. Simplemente quería trabajar y salir adelante. Cuando reviso las escenas no me siento mal por lo que hice".
¿Crees que todo llegó muy rápido y la fama te atropelló?
"La fama es difícil de manejar. Hace ocho años yo era muy joven, tenía 25 años, y obviamente cuando de la noche de la mañana ya no puedes ni salir a la calle y te das cuenta cómo son ciertos periodistas que inventan cosas, es muy difícil y terminas encerrado en tu casa. Prefieres quedarte ahí y no salir. Te dañan bastante la vida. Mi fama no la pude disfrutar al máximo. Uno disfruta de compartir con la gente y firmar un autógrafo, pero cuando tienes que montarte en varios aviones el mismo día terminas bastante cansado e indispuesto. La fama a veces exige más de lo que puedes dar como ser humano".
Llevas más de un año viviendo en E.U. ¿En qué andas ahora?
"Estoy estudiando inglés y algo que se llama 'money for exchange', que es algo relacionado con moneda internacional, donde ves muchas gráficas y un montón de indicadores. Siempre me pareció interesante desde que estudiaba ingeniería".
¿Sigues firme con tu sueño de ser un gran actor?
"Claro que sí. Sigo trabajando. Proyectos hay y trato de mantener todo muy callado hasta que haya algo firmado. Gracias a Dios he tenido la oportunidad de trabajar, descansar por varios meses, aprender otras cosas y volver a trabajar".
¿Es cierto que te has vuelto más espiritual?
"Desde pequeño me interesó mucho el esoterismo, la carta astral y todas esas vainas, y por cuestiones de la vida, viviendo en Bogotá, empecé a darme golpes. Tuve un accidente fuerte en un carro, casi me mato. A raíz de muchas cosas me acerqué más a la religión católica, respeto mucho más las cosas de Dios y también entiendo que el actor es actor y tiene la capacidad de representar cualquier vida lo mejor que pueda, sin juzgar a nadie".
¿Sigues siendo introvertido y frentero?
"Los días pasan y las cosas cambian. Uno tiene una forma de ver la vida, pero obviamente aprendes que las cosas hay que decirlas con tacto, que uno no se puede ir con todo porque a las personas les molesta que les digan la verdad en su cara. Hay que tener un poco más de diplomacia".
Los que ganan estos realities no necesariamente resultan siendo los más exitosos. ¿Qué piensas de esta frase?
"Depende de lo que sea para ti el éxito. Yo creo que he progresado bastante en las cosas que hago, me ha ido bien. Si suenas más o suenas menos, eso depende de si manejas tu vida personal con tu vida laboral y si esas cuestiones generan tema en revistas. Cada quien lo maneja como quiera".
En Protagonistas de Nuestra Tele , Cristian está viviendo algo similar a lo que tú viviste en el programa, ¿si pudieras darle un consejo qué le dirías?
"Es triste poder darle un consejo porque seguramente nunca le va a llegar. Le llegará después de que salga del programa. Yo lo que puedo decir es que eso es un reality, y contrario a lo que mucha gente quiere, lo que más se valora es la convivencia porque tú no puedes pretender sacar actores en tan pocos meses, encerrados bajo presión psicológica en una casa estudio donde todo está dado para que sucedan conflictos. Yo me acuerdo que con nosotros llegó un momento que no dormíamos porque tenían que entregar la casa en la que estábamos para hacer otro programa, y tenían que llenar la parrilla con todo el tiempo que pasábamos allá. Este reality tiene el ingrediente de la votación del público y obviamente la gente tiene sus preferidos y todo se define por la convivencia".
¿Has sentido que Colombia te apoyó y luego le dio la espalda?
"No, porque las personas que me apoyaron siempre han estado. Los que me dieron la espalda desde el principio fueron los mismos actores reconocidos de siempre. Me acuerdo muy bien de algo que sucedió con Róbinson Díaz en unos premios, que nos atacó bastante fuerte. Yo vi que hasta profesores míos se pararon a aplaudirlo y yo simplemente me quedé sentado. Hay mucha gente que te coge bronca y la naturaleza del colombiano lastimosamente es dañar al otro. Es triste eso, pero es la carrera que escogí y me ha tocado aprender a lo largo de los años. Vivo muy agradecido con las personas que día a día han estado pendientes de mí".
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