Tuesday, April 13, 2010
LA NUEVA AVENTURA DE JUAN CARLOS ABADÍA
Por Diego Martínez Lloreda
Tenía la esperanza de que concluidas las elecciones legislativas, el gobernador del Valle Juan Carlos Abadía dejaría a un lado su febril actividad política para dedicarse a gobernar. Y que de esa forma, tendría tiempo para enfrentar problemas tan apremiantes del ente regional como el descuadre de sus finanzas, cuyo déficit en un año creció el 99% y ya suma la no despreciable suma de $166.948 millones.
Pero me equivoqué. Concluidos esos comicios en los que Abadía y su socio Juan Carlos Martínez, gracias a la combinación de todas las formas de lucha, alcanzaron tres curules para el Senado y cuatro para la Cámara de Representantes, dicen que el Gobernador está dedicado a ver cómo pone huevos en todas las canastas de las candidaturas presidenciales, a fin de garantizar que cuando abandone la Gobernación, lo nombren ministro. Que es la siguiente escala prevista en el camino que él se ha trazado hacia la Presi-dencia de la República.
El surgimiento del fenómeno Mockus le ha dañado el caminado, porque dentro de sus cálculos, el nombre del próximo Jefe de Estado no salía de Juan Manuel Santos y Noemí Sanín. Y en ambas campañas ya colocó sus fichas.
A pesar de que Juan Manuel manifestó que prefiere no ser Presidente a resultar electo con el apoyo del PIN, la verdad es que tiene dos jugadores clave en el equipo del jefe en la sombra de ese partido, Juan Carlos Abadía.
El primero es Ezequiel Lenis, Secretario de Hacienda del Valle, quien fue director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda cuando Santos fue jefe de esa cartera. Se dice incluso que llegó a ese cargo con el aval del hoy candidato del Partido de la U. Lo cierto es que Lenis, primer responsable del déficit de las finanzas departamentales, parece haberle aprendido mucho a Abadía en los dos años y pico que lleva trabajando con él, pues ante el desolador panorama fi-nanciero del Departamento manifestó, sin el menor rubor, que “no es malo que el Estado tenga déficit”.
Y el otro amigo que comparten Juan Manuel y Juan Carlos es Javier Jaramillo, gerente de Infivalle, de quien incluso se rumora que se retiraría del cargo para vincularse a la campaña santista en el Valle.
Por los lados de Noemí, el hombre de la sociedad Abadía- Martínez en esa campaña es Edison Ruiz, concejal de Cali por el PIN. Cuya cercanía con el ex senador es tal que, ante crecientes las críticas del Alcalde de Cali a esa sociedad política, fue el encargado de recordarle al Mandatario local que “sin la ayuda de ese negrito”, no hubiera podido acceder a ese cargo.
En fin. Así a Santos y Noemí les dé pena admitir lo que los une con el Gobernador del Valle, sin duda allí hay puentes tendidos. Y no sería raro que Abadía logre un puesto en el gabinete de un eventual gobierno de cualquiera de ellos dos.
De seguro, nuestro ‘aventurero’ gobernador ya debe estar viendo cómo pone una pata en la campaña de Mockus. Con lo cual el partido Verde debe estar atento de que ello no ocurra. Porque, sin duda, uno de los grandes atractivos del ex alcalde de Bogotá , al menos para los vallecaucanos, es que su forma de hacer política es totalmente opuesta al 'modus operandi' de Abadía.
La pregunta inpertinente: llama la atención la proliferación de vallas de Emcali ubicadas en los sitios más estratégicos de la ciudad. Ese inusitado despliegue publicitario recuerda el que hizo, en épocas de los Juegos Nacionales el Gobernador del Valle. ¿Será que las directivas de Emcali también quieren mostrar que ‘está bien preparadas’
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