DCV tiene el agrado de presentarles al experto en políticas públicas Tony Iskandar quien nos da sus reflexiones sobre el panorama político de cara a las elecciones parlamentarias de septiembre. ¡Que lo disfruten!
La próxima gran prueba para la democracia venezolana está en retomar el espacio perdido en la Asamblea Nacional. Con el calendario electoral planteado para septiembre de este año, es imperativo construir una agenda y candidatos que presenten alternativas reales de bienestar al país, que tomen en cuenta a todos los sectores del mapa político y dentro de un contexto de defensa de las instituciones y valores democráticos. El desafío es enorme, pues el gobierno controla la agenda y todos los poderes públicos y utiliza el sistema político a su antojo, importando conceptos de la democracia solo para asfixiarla. Dentro de ese panorama el mejor antídoto, y el único posible, es ejercitar más democracia e imponer valores democráticos con la mayoría avanzando en la conquista de cuanto espacio sea posible desde las comunidades hasta los poderes públicos de elección directa.
En la acera de enfrente al gobierno existe un consenso mayoritario con respecto al camino democrático y por ello vemos esfuerzos por crear una agenda unitaria de cara a las elecciones parlamentarias. Un esfuerzo sin duda loable que demuestra un aprendizaje importante, pero el reto es tan enorme que no es suficiente predicar agendas electorales unitarias. Precisamente el surgimiento de figuras mesiánicas como la del Presidente Chávez en 1998 respondió a la percepción de inercia, exclusión y separación del sistema político con respecto de la sociedad y sus demandas. De manera que la alternativa a la oferta política del Presidente y sus redes que monopolizan el poder, requiere de otra más dinámica, innovadora e incluyente que ponga en contacto a renovadas estructuras partidarias y de representación política con la realidad del país, reconociendo al gran variopinto sociopolítico del momento. Negar esa realidad, simplemente nos condena a muchos años más de imposiciones, pobreza y decadencia.
La coyuntura electoral es una excelente oportunidad para ganar espacios frente a un gigante político mañoso y manipulador. En la Mesa de la Unidad prevalece un criterio partidista, lo cual no es necesariamente malo, todo lo contrario, pero lo peligroso es no renovarse asegurando la promoción de verdaderos liderazgos representativos desde la base y el territorio. Frente a ellos se encuentra una opción de oro para regenerarse, utilizando las herramientas apropiadas para identificar las mejores opciones de liderazgo en el territorio, que tendrán mejores opciones de triunfo en septiembre y que les permitirá renovarse y fortalecerse. Esta renovación debe ser más que un mero ejercicio de reciclaje. Esto no significa cerrar el juego solo permitiendo caras nuevas; subraya más bien la importancia de conectar al líder con sus electores directamente en el territorio (circuito electoral) más allá de asumir lo que estos votantes prefieren.
El concepto de las primarias que se recién se ha posicionado en el debate político electoral venezolano pretende precisamente ampliar el acceso de líderes reales al ejercicio de la representación política y el poder. Es un instrumento eficaz para fortalecer la agenda alternativa, que transciende al tema de las meras candidaturas electorales, ayudando a ponerle “ruedas” a uno de los pilares fundamentales de esa agenda que es predicada con el lema de “una Venezuela donde cabemos todos.”
Aunque pareciera que habrá primarias el 25 de abril en unas pocas jurisdicciones a nivel nacional, es importante mantener el debate alrededor de esa figura y promover su aplicación no sólo en candidaturas electorales sino también en la renovación de los liderazgos de los partidos y grupos políticos. En el corto plazo, ojalá nos vaya bien en las elecciones parlamentarias de septiembre, pero es posible que el balance entre consenso y primarias decidido desde la Mesa de la Unidad deje por fuera opciones ganadoras.
Frente a esta diatriba es importante continuar amplificando el debate sobre ésta y otras figuras que fortalezcan la agenda y liderazgos alternativos. También es importante apoyar a líderes que representan y empujan el debate de inclusión. En el primer caso, cada ciudadano sensibilizado políticamente debería apropiarse del debate aprendiendo más al respecto y participando masivamente en las oportunidades que se abren para fortalecer estos instrumentos de oxigenación político. En el corto plazo, quienes creen en esta opción pueden opinar a favor de las primarias enviando mensajes claros a la Mesa de la Unidad con respecto a su deseo de democratizar la selección de los mejores candidatos a la Asamblea donde sea posible. Por otro lado, es importante participar masivamente en las primarias, pues el número de votantes ayudará a fortalecer esta figura en el debate que debe seguir dándose en el futuro.
Mantener la vista en el largo plazo significa apoyar en las primarias a candidatos que no solo son representantes genuinos de esa opción de apertura e inclusión, sino que también creen en ella y continuarán trabajando promoviéndola desde la Asamblea con mayor legitimación política. Un ejemplo claro de este tipo de liderazgo es Carlos Vecchio, quien participa en las primarias por el Circuito 2 de Miranda (Chacao, Leoncio Martínez, el Hatillo y Baruta) y quien entra en el campo político con un mensaje fresco y definitivamente en línea con esta agenda alternativa. Proveniente del interior, Carlos Vecchio se ha formado para ser líder y ha demostrado ese liderazgo con acciones concretas en defensa de los derechos civiles y políticos de muchos venezolanos y promoviendo una agenda fresca y emergente desde el estado Miranda pero con impacto nacional (ver link para más información sobre las calificaciones de Carlos Vecchio www.carlosvecchio.com/quiensoy.php).
Fortalecer la unidad pasa por discutir las mejores opciones y las mejores oportunidades sin temores, ese es uno de los privilegios de la democracia. Lo contrario es hacerle el favor a la agenda autocrática que lidera el Presidente Chávez quien nos hace saber a diario su visión de la democracia participativa, utilizando su dedo todopoderoso “participándole” a los venezolanos de sus antojos y decisiones sin tomar en cuenta lo que demanda el país ni la base de su propio partido.
Antonio Iskandar (antonioiskandar@aol.com)
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