Wednesday, February 24, 2010

Todas las miradas al final del culebrón más visto de la TV



La historia de amor, intriga y venganza de los hermanos Sosa en enfrentamiento permanente con el villano Laureano Gómez Acuña, finalizará hoy cuando se corra el telón definitivo para "Valientes", la tira más exitosa de todas las que creó la productora Pol-ka.

El programa, que se inició el 9 de febrero de 2009 y que hoy totalizará 218 capítulos, obtuvo un promedio general de 27.4 puntos de rating, superando el último gran suceso de la productora de Adrián Suar, "Sos mi vida", que con la dupla Natalia Oreiro-Facundo Arana, había medido 26.9 promedio en 231 capítulos.

La exitosa fórmula de galanes jóvenes con cuerpos esculturales funcionó esta vez y por triplicado, generando el mayor suceso de la televisión argentina del 2009.

"Valientes" se consolidó el año pasado como el programa más visto del año, destrozando -en materia de audiencia- todo lo que Telefé le puso enfrente y superando, incluso, el ultraproducido show de Marcelo Tinelli que, a priori, era la carta fuerte de El Trece para esa temporada.

De cómo terminará la venganza, de si el villano Laureano Gómez Acuña (interpretado por un especialista del género como Arnaldo André, que vuelve tras los éxitos de la década del 70) finalmente pagará pecados y culpas o si podrá librarse de la carga y generar una contraofensiva desde la cárcel, son cosas que quedan para los últimos momentos y que, inexorablemente, se develarán este miércoles.

Entre tanto, las líneas gruesas de la trama ya fueron delineadas y el amor parece haber triunfado en los casos de Alma (Julieta Díaz) y Leo (Luciano Castro) y de Segundo (Mariano Martínez) e Isabel (Marcela Kloosterboer), mientras la vida de Enzo (Gonzalo Heredia) parece haber tomado carriles esperanzadores y ya planea su demorado viaje por Latinoamérica.

Lo cierto es que, con un formato que al principio hizo recordar el antiguo éxito de la colombiana "Pasión de Gavilanes" pero con contenidos, giros e historia a la Argentina, "Valientes" generó un suceso de audiencia y seguimiento que tuvo su pico el pasado 12 de octubre cuando midió 34.3 puntos de rating.

Se trató de un producto armado con la ideología y la ingeniería Pol-ka, en el que a lo largo de un año se grabaron 20 escenas diarias en estudios y 10 en exteriores, en el predio que la productora tiene en Pilar.

Con un equipo integrado por 50 personas entre técnicos y equipo de producción y 15 actores protagónicos, el último invento de la productora se retira de la pantalla habiendo dejado impresos unos números y un rendimiento que serán difíciles de igualar.

Valientes: el final de un suceso

La telenovela de El Trece fue lo más visto de 2009 y lo que va de 2010, mezclando historias de amor y crímenes, y con un elenco coral en el que se destacaron también los personajes secundarios. Esta noche se verá el último capítulo.Los hermanos Sosa cumplieron la promesa que se hicieron al empezar esta novela, y fueron por más. No sólo vengaron la muerte de su padre mandando al villano a la cárcel, sino que cada uno se quedó con su chica y todo indica que seguirán siendo felices. En el medio, se sucedieron amores cruzados, sexo, desencuentros, mentiras, miedo, amenazas de muerte, traiciones, adulterios, embarazos verdaderos y fingidos, secuestros y asesinatos.

Pero a la hora de explicar el éxito de Valientes, la tira de Pol-ka que termina esta noche (21.45) por El Trece después de haberse consagrado como lo más visto en la televisión de 2009 y lo que va de 2010, vale una vieja máxima: en la telenovela lo importante no es adónde se va a llegar sino cómo se va llegando.

Esta historia escrita por Marcos Carnevale y Lily Ann Martin arrancó el 9 de febrero de 2009 con una propuesta de lo más clásica. Tres hermanos (Luciano Castro como Leo, Mariano Martínez como Segundo, y Gonzalo Heredia como Enzo) se reencuentran muchos años después de haber sido separados -de niños- tras la muerte de su padre, Roque Sosa. El causante de la desgracia familiar (léase la pérdida de su madre y la usurpación de las tierras de Sosa) es Laureano Gómez Acuña (Arnaldo André), en adelante el super villano de la tira. La venganza de los hermanos incluye enamorar a las hijas de Laureano (Juana, a cargo de Eleonora Wexler, e Isabel, por Marcela Kloosterboer), pero las cosas empiezan a complicarse cuando Leo conoce a Alma (Julieta Díaz), que viene siendo la hija secreta de Laureano y Argentina (Betiana Blum), dato que sólo conocen la propia madre y los televidentes, y cuya revelación funcionó como uno de los ganchos de la novela.

Otro atractivo muy poderoso fueron, sin duda, los personajes secundarios que cobraron vida propia. El caso más notable fue el de "Huevo" (Alejandro Müller), el fusible cómico y a la vez responsable de los llamados al sentido común, quien rápidamente cosechó fans en Internet y en la calle, convirtiéndose incluso en uno de los más requeridos a la hora de dar autógrafos en la temporada de teatro que Valientes está haciendo en Mar del Plata. Graciela Tenenbaum como Máxima, la empleada doméstica enamorada de Huevo, Marita Ballesteros como la altanera y torturada mujer de Gómez Acuña, o la incorporación de Thelma Biral como la enigmática Elisa Sosa, y Eugenia Tobal en el rol de Andy, también tuvieron sus admiradores entre la audiencia.

Valientes conformó un fenómeno más allá de sus altísimas cifras de rating. Como hasta ahora venía ocurriendo sólo con el fútbol, la telenovela se convirtió en el atractivo de bares y restaurantes de los balnearios de la costa atlántica que debían garantizar a los potenciales clientes no perderse el capítulo del día.

Y así se llega a este final de hoy, donde los Sosa celebrarán la vida. Y donde todos festejarán el suceso, y más que nadie Adrián Suar, titular de Pol-ka y director de programación de El Trece.

"Programas como Valientes se van rotando: a veces le tocan a uno, otras veces le tocan a otro, pero no se dan todo el tiempo; a este nivel de éxito, como mucho cada cinco o seis años", sostiene Suar. El productor, que se inició como tal en 1995 con Poliladron, confiesa que sabía desde el principio que Valientes "iba a andar bien", pero que a partir de julio, cuando la audiencia empezó a subir capítulo tras capítulo, entendió que estaba ante "otra cosa". ¿Por qué? "Es que cada día pasaba algo en la historia, siempre había tres o cuatro momentos cúlmines, que no te podías perder, sobre todo en las tres líneas dramáticas principales -reflexiona Suar-. Y además, respetamos mucho el género. El argentino es novelero".

Según sostiene él mismo, la diferencia, a nivel de las audiencias, sucede cuando "se enganchan" los varones. Esto es lo que comprobó el productor en los casos de Gasoleros, Campeones, y Son amores, por ejemplo. Aquí, los que se sumaron sin haber sido previstos fueron los chicos: "Había muchos pibes de 10 a 14 años mirando a full Valientes... yo no los busqué, aparecieron; quizá por el taller mecánico, o los personajes pintorescos". Hay algo que, en cambio, Adrián Suar asegura tener muy claro: "Ni soy el mejor por esto ni el peor cuando hago un fracaso. Si me toca un Valientes no me pongo a dar cátedra de cómo se hace televisión. Eso sí, lo disfruto horrores. Miro al elenco, a los autores y a la producción, y miro arriba... y agradezco".



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