Siempre resulta encantador hablar con ella, no sabe mentir, tiene un estilo tan diáfano para decir las cosas…y yo me doy cuenta que mientras mas años pasan, se vuelve más encantadora. A ella le gusta vestirse de negro, le encanta andar cómoda y libre. Adora el algodón. Cuando algo le molesta no duda en advertírmelo de inmediato. Si algún seductor no le gusta, sencillamente dice No!, y cuando ella dice no, no hay forma de convencerla. Así como cuando dice que Si, es un si que puede susurrar o suspirar.
Muchas veces ella intenta dominarme a mí. Se limita al público masculino y a veces es jugosamente caprichosa…una vez por poco me hace perder la compostura con un psicólogo. Otra vez fue con un jefe y aquella vez que se emocionó con un vigilante de mi trabajo…
Disfruta caminar, tomar aire y jugar con el agua. Va al médico una vez al año, solo sufre palpitaciones inesperadas y cada mes se inunda por una vida que no fue. En esos días le sube la temperatura y se pone más exigente.
Se sonríe sola porque recuerda cada picardía y se deslumbra en los recuerdos de lunas y camas inolvidables. Siempre sonríe de forma vertical. Tiene un capital de orgasmos infinitos…
A veces le da por hablar sola. Aquel día estaba en una reunión de trabajo y de pronto sonó el celular, en cuanto ella vio el número en la pantallita comenzó a hablar sola, a exigirme que saliera de la reunión y me hizo correr excitada escaleras abajo…me hace gracia cuando le dan esas urgencias…a veces se dilata y a veces se contrae…a veces también llora o se enoja…tiene la sensibilidad y la fortaleza propia de un girasol….es exigente y caprichosa pero es maravillosa…ella, también soy yo!.
