Ayer dejó de existir Steve Jobs, el Leonardo Da Vinci de nuestra época. Y desde DCV queremos rendirle un pequeño homenaje.
Sin duda alguna su genialidad transformó nuestras vidas para siempre y nuestra relación con la tecnología.
Un hombre de una personalidad tan impactante que no permitía tintas medias: lo odiaban o lo amaban, no había nada en el medio. Lo que no puede negarle nadie, que esté en su sano juicio, es que fue uno de los revolucionarios más grande de todos los tiempos.
Paz a tus restos Steve; siempre te tendremos en nuestras mentes, manos, bolsillos y corazones.
Ciro
