Tuesday, November 9, 2010

Armero, 25 años de una tragedia, relatos de supervivientes.


Por: Javier Santamaría

Parte de mi niñez transcurrió en el campo, en dos haciendas llamadas “La primavera” y “El Hato”, cercanas a la población de Guayabal y un tanto distantes de Armero, está última, donde radicaba buena parte de mi familia materna. Años maravillosos e inolvidables aquellos. Cuando mi madre consiguió empleo en la pequeña villa de Armero, nos radicamos un buen tiempo en la que fuese una de las ciudades más cálidas y cosmopolitas del Departamento del Tolima, donde inicie mis primeros estudios, hasta que por esos giros del destino nuevamente a razón de su trabajo, mi madre tuvo que radicarse en la ciudad de Buga, en el Departamento azucarero del Valle del Cauca, dejando atrás y con profunda nostalgia familia y amigos…

A veces pienso que si no hubiésemos partido de Armero, quizás hoy no estaría relatándoles la historia de dos sobrevivientes de una de las tragedias más sentidas que no solo enluto a Colombia, sino al mundo entero un 13 de noviembre de 1985…

La erupción del volcán nevado del Ruíz provoco que miles de toneladas de nieve se desprendieran cayendo al cauce del rio Lagunilla, produciendo de inmediato un descomunal aumento en su caudal que generaron múltiples avalanchas con velocidades aproximadas a los 300 kilómetros por hora, que se fueron conjugando en una mortífera masa de lodo, rocas, árboles animales, lava hirviente ,deslizándose en cuestión de minutos por la cordillera andina hasta llegar a la ciudad blanca de Armero, cual gigantesco monstruo asesino presto a devorar a su indefensas víctimas, muchas ya en los brazos de Morfeo. Eran aproximadamente las 11:30pm.

Mi tía materna Leonor Santamaría y mi prima hermana Patricia Pinto Santamaría, con escasos diez años, milagrosamente sobrevivieron a la tragedia del Volcán del Ruíz, que esa noche acabó con la vida de cerca de 25.000 personas, muchas de ellas nuestros amigos más cercanos y queridos. He aquí su historia…

PATRICIA PINTO SANTAMARÍA

Tiene 35 años, casada, dos hijas, reside actualmente en Nicaragua.

“fue en la tarde cuando llovió ceniza, era bastante, nos fuimos a misa como de costumbre, ahí fue cuando el Padre nos aviso que teníamos que taparnos la boca, no inhalar eso que era arena del volcán, agrego que no nos preocupáramos, que no llegaba sino hasta las camas , que en últimas nos subiéramos a un closet, o a las mesas, que no había de que asustarnos… era como las 6 de la tarde y estaba oscuro, fue uno de los días que más sueño nos dio y nos acostamos muy temprano con mamá. Yo era adicta a ver la serie “profesión peligro”, pero ni eso vimos del sueño que teníamos; como a eso de las 9 a 10 de la noche escuche unos gritos y gente correr frente a nuestra casa… llame a mamá, ella estaba dormida y yo le decía ¡mamá, mamá, se escucha mucha bulla!... ella me dijo “duérmase mamita, eso debe ser que agarraron algún ladrón”…pero seguía escuchando más y más gritos y bulla, fue cuando mi mamá se levanto y al prender la luz , no había… todo empezó a moverse, la casa crujía y escuchaban muchos gritos…mamá fue y a tientas abrió la puerta principal…Una vecina le grito : ¡Que hace ahí, corra, corra, corra que se vino el volcán, el volcán estallo¡.

“Mi mamá me dijo: ¡ cámbiese rápido Paty!... en medio de la oscuridad y en fracción de segundos ambas nos colocamos las primeras prendas que encontramos a la mano… me acuerdo que se usaban esa sandalias Canchis Canchis y yo me las coloque y nos echamos a correr como locas… ahí fue cuando mamá a las pocas cuadras tropezó y cayó al piso, como sufría de asma, por la asfixia no podía seguir adelante… ella me miró y me suplico que siguiera sola, que me salvara yo sola… yo le dije ¡ no mamá yo me quedo con usted!... de un momento a otro vi un resplandor enceguecedor, se me asemejaba al foco delantero del tren…y de repente apareció una señora que de inmediato ayudo a levantar a mamá y me decía muy tranquila y con voz muy serena : “mamita su mamá está bien”, fue todo tan rápido…

“Cuando la señora ayudo a mi mamá de un lado y yo del otro, corrimos y corrimos y corrimos hasta llegar a una loma… ahí ya había mucha gente, era complicada la subida pues ya habían subido tantos que estaba muy resbaladizo y empinado… la señora y mamá me subieron y después subió mamá… de ahí en adelante no supimos de la señora que socorrió a mi mamá. En el preciso momento que subió mama llegó la avalancha”.

“Todos llorábamos, ¡era terrible, niños mujeres, hombres lloraban!, porque no sabíamos a ciencia cierta que había pasado. Sentíamos mucho frio, desconsolados veíamos caer lluvia y arena. Después de amanecer y con hambre vimos la real magnitud de lo que pasaba …ahí sí que se desataron los llantos y la angustia y preocupación , empezamos a ver que no había quedado nada de nada, ver como sacaban a la gente que murió dentro del lodo…recuerdo…recuerdo una mamá con sus dos hijos abrazados y embarazada.. muerta… mucha gente que estaba muerta la sacaban… los que quedaban atrapados gritaban para que los auxiliaran, como una persona que tenía mucho dinero, era uno de losricos de Armero más prepotentes.. y fue ahí donde la petulancia y la soberbia quedaron a disposición de la gente que quisiera ayudarlo, los ladrones que llegaban de otros lados le quitaron sus pertenencias y lo dejaron ahí tirado”

“Muchas cosas pasaron esa noche…recuerdo vívidamente un suceso algo extraño…al otro lado de la loma donde nos quedamos, que se llamaba La loma de la cruz, todos los que estábamos allí reunidos vimos una extraña peregrinación de gente vestida de blanco que subían en fila, con velas encendidas… a esa hora era con semejante lluvia, era imposible que alguna vela se mantuviera encendida y mucho menos gente de blanco a esa hora en plena romería, muchos decían que eran las benditas almas…

“Cuando todo se supo, al amanecer paso una avioneta, todos gritaban para que nos socorrieran, y después de un rato llegaron helicópteros para llevar a los ancianos heridos y a los niños…mama quería que yo subiera pero no lo hice por miedo, no me quería desprender de mi mamá por nada del mundo… pues gracias a Dios no me separe de ella, porque muchos niños se perdieron para siempre, cuando los dejaban en diferentes hospitales y albergues”.

“Caminamos desde el miércoles, pasando por lodo, por lomas, la siguiente noche llegamos a una finca donde nos dejaron quedar hacinados en una pieza pequeña y ahí esperamos a que amaneciera, pues esa día explotó otra vez el volcán y se escuchaban las sirenas , tembló de nuevo, el miedo volvió con más intensidad, paso esa noche… nosotros en el piso, sin comer nada, porque ni hambre daba, y seguimos caminando íbamos con un señor que era policía, morenito y en cierta forma fue un respaldo en el camino, se convirtió en el líder del grupo. Mamá ayudo a una muchacha que estaba sola, amoratada, inflamada, llena de lodo…cuando llegamos a un extremo de la cordillera, ahí se quedaron los que estaban más débiles, hasta el viernes que salimos a una finca al otro lado de Guayabal, ahí fue que almas caritativas nos dieron de beber leche, ordeñaron y logramos probar algo”.

“Sin zapatos y con los pies llenos de cortadas y muy maltratados, pasamos a Guayabal y fue cuando vimos que todo estaba cerrado por la gran cantidad de muertos que sacaron de las entrañas del fango asesino, y los apilaban en la plaza principal, fue en ese instante que vimos pasar a mi papá colgado de un jeep, él se encontraba en Bogotá donde mi abuela…mi mamá se fue a buscarlo al parque, que era el sitio donde se habían instalado las listas con los nombres de las personas muertas reconocidas o para que los familiares reconocieran entre las víctimas a sus seres queridos. A Dios gracias mamá logro encontrarse con mi papá, y después con un tío político, quien fue el que nos ayudo y brindo su hospitalidad durante todos esos días posteriores a la tragedia, el también vivía en Armero con mi tía y primos, pero la semana anterior a la tragedia se habían cambiado de pueblo y se radicaron para su fortuna en Fálan Tolima”.

“Con una experiencia tan amarga como esas, se aprende el respeto, el amor, la tolerancia y sobre todo un gran y profundo amor a Dios y respeto por las cosas que el Señor nos dio, para que las cuidáramos, hoy tenemos mañana no sabemos
...

PREGUNTAS…

CRITICÓN-Patricia, después de 25 años, ¿que enseñanzas le dejo a su vida la tragedia?
R/ la enseñanza es que la vida se pierde en un minuto, y uno no debe apegarse a lo material, muchos de los más poderosos quedaron en la calle, muchos de nosotros pensamos en eso al momento que vimos que todo venía encima y el pensar en devolvernos haber que podíamos rescatar y tener con nosotros…

CRITICON-Qué recuerdos o sucesos aun no puede borrar de esa experiencia que marco su vida.
R/Al ver a mi mama que no podía seguir mas y cayó al suelo por su asfixia… vi cuando un ángel apareció de repente, siendo las 2 últimas en salir de la casa y esa señora sola en medio de la oscuridad que me dijo: “mamita tranquila su mamá está bien y me ayudo a levantarla y en un momento llegamos a la loma donde nos salvamos”. Otra muy impresionante fue cuando salimos de la casa, vimos al dar vuelta a la esquina, cuando un camión lleno de gente venía encima de la gigantesca montaña de lodo, todos gritando y pidiendo auxilio, allí quedaba la federación de cafeteros…esa pobre gente no creo que se hayan salvado.

CRITICÓN-¿Cree usted que la famosa maldición del cura se cumplió o es ajena a ese tipo de supersticiones?
R/ pues ajena sí. O si no habríamos de suponer que lo que ha pasado en todo el mundo con las tragedias naturales se deben a maldiciones. Nosotros mismos labramos nuestro futuro con tanta destrucción que hacemos a la naturaleza y el medio ambiente.

CRITICÓN-Quienes son los culpables directos e indirectos de la tragedia de Armero según su concepto
R/culpables :Gobernación, Presidencia y grupos de la iglesia y entes de socorro, pues la inminencia de la erupción y sus consecuencias, ya se lo habían advertido a esas personas, y su misión había sido la evacuación inmediata de Armero, pero lo único que nos dijeron al ir a la iglesia fue: “ No hay de que alarmarse”

CRITICÓN-La atención recibida post tragedia, el suministro de víveres, carpas y ayudas medicas, fue eficiente o nunca obtuvo la ayuda primaria de los organismos estatales.
R/ En Fálan fue excelente la atención. Después hubo muchas cosas irregulares que se vieron en Lérida con los alimentos y ropa nueva y medicamentos que los entes de la Cruz Roja donaban, todas las cosas buenas, nuevas se desviaron, nunca llegaron a sus destinatarios.

CRITICÓN-¿Conoció a Omaira, el símbolo inmortal de la tragedia?
R/Si, ella fue amiga mía, excelente compañera y amiga , en la primaria estudiamos en la escuela Dominga Cano de Rada, después a ella la inscribieron en La Sagrada Familia y a mí en el colegio San Pio X.

CRITICON-¿Tuvo que recurrir a ayuda sicológica después de la tragedia?
R/ Pues siempre queda una con el temor de lo que se vivió, mi mama quedo bastante afectada y a pesar de tantos años nos queda la desconfianza hacia lo que pueda hacer la madre naturaleza, y que eso no es cuestión de juego, no recurrimos a sicólogos, fue más bien la verraquera que siempre tenemos los colombianos, de levantarnos como el Ave Fénix dentro de las cenizas y salir adelante con valentía, siento un gran orgullo de mis padres que nunca bajaron la cabeza y siempre nos sacaron adelante a pesar de esa tragedia en la que todo lo perdimos.

CRITICÓN-¿Perdió familiares y amigos en la tragedia?
R/ familiares no afortunadamente. Amigos muchos, mis padrinos y su familia , amigos de colegio ,de la casa , con gran tristeza, jamás los volvimos a ver.

CRITICÓN- ¿Que es lo que más recuerda de Armero?
R/Recuerdo su tranquilidad, su gente, los deliciosos batidos del parque, mi colegio, ¡todo!. Nunca se olvida y se aprende a valorar hasta lo más mínimo que tuvimos…

jahesa@hotmail.com


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