Thursday, April 15, 2010

PARA REFLEXIONAR: DEL VIH LIBRAME SEÑOR...



TENERLE MIEDO AL VIH no es suficiente para no contagiarse. Hay que ser responsables con lo que se hace. En primera persona, el miedo de hacerse una prueba que puede cambiarlo todo


Que no hay nada de qué asustarse, Mónica. Es en serio. Y sin embargo, los peros no dejan dormir: y si ese 'man' (sí, man y todo), que uno ya ni quiere, me digo. Porque uno nunca sabe. Y si fue en la transfusión de sangre o si es un falso positivo, y otra "o", y una más. Entonces vuelve: que no hay nada de qué asustarse, Mónica, por Dios. Que usted es una empeliculada en pasta, de toda la vida, me repito.

Muy tranquila empieza la cosa. Llamo al laboratorio, pregunto que si hacen pruebas de VIH. Dicen que vale $71.500 y que no hay necesidad de ir en ayunas y que el resultado se demora de un día para otro.

Voy a la mañana siguiente. El examen es igual a cualquiera de sangre y eso sí, personal e intransferible. Un chuzón en la vena y el líquido rojo que llena un tarrito completo, con código de barras y nombre exacto.

Para terminar hay que llenar una encuesta, que será leída solo por el médico, si es el caso. Es más, es sobre todo un Formulario de consentimiento , porque la prueba solo la hacen si el paciente lo quiere, pero nunca por obligación.

Lo primero que se lee: "Esta encuesta es confidencial". Y la idea, según explica la directora médica regional del Laboratorio Echavarría, María Isabel Múnera Jaramillo, "se tiene en cuenta a la hora de interpretar el resultado, para tener claridad sobre los factores de riesgo".

Y las preguntas tienen que ver con su vida, precisamente. Si ha sufrido alguna vez enfermedades de transmisión sexual, si le han hecho transfusiones, acupuntura, alguna cirugía o un tatuaje. Si se inyecta, consume o inhala alguna droga, si actualmente tiene relaciones sexuales, si su pareja es estable y, la escribo textual, "qué hace usted para protegerse de la infección VIH - Sida: ¿Usa condón siempre?, ¿nunca?, ¿en ocasiones?".

De ahí para allá, es cuestión de esperar que sean las 12 de la tarde del siguiente día y tener el resultado en las manos. La cabeza que empieza a maquinar, sobre todo por culpa de los otros. El fotógrafo que no deja de molestar, cada que me ve: ¿y si le sale positivo?

El que espera desespera

La tranquilidad depende del pasado, absolutamente. Y depende de los riesgos que se hayan tomado. Sin embargo, uno que se cree 'muy juicioso', también le tiembla el corazón y un, "¡nooo!, muy difícil... pero mirame pues la preocupación".

Todo viene por cuenta de la vida misma. La doctora María Isabel lo dice exacto: "Cualquier persona que tenga una vida sexual activa tiene factores de riesgo. Además, puede que no tenga múltiples compañeros y sí uno estable, pero si él no es honesto...".

Eso sin contar que, y la directora médica así recuerda la publicidad, cuando tengo una relación con alguien, la tengo con todo su pasado.

Tal vez devolverse en el tiempo funcione, para revisar y quedarse más tranquilo. No, Mónica, no hay de qué preocuparse.

Y luego viene un hecho importante, más miedoso, para mí pues. Puede pasar que una persona no tenga la infección y le salga positivo.

La primera prueba se llama Elisa, es presuntiva y se conoce como de tamizaje. Se caracteriza porque es muy sensible a la presencia de anticuerpos, así sean en poca proporción, pero es poco específica. Así que puede detectar anticuerpos que no sean contra el VIH.

El porcentaje de falsos positivos en ésta es de un cinco por ciento, incluso por simple estadística.

"Si la población no tiene riesgo, la probabilidad de un falso positivo es mayor, precisamente porque no lo tiene", señala la médica.

Así que si usted tiene pocos riesgos y le sale un positivo, pues no se debería asustar de primerazo, hasta que no se haga la confirmatoria. Empero, no se asuste y le creo (¡Je!). Solo de pensarlo y de medio traer la posibilidad y la mente que viaja por la enfermedad.

La prueba confirmatoria es para detectar anticuerpos. Es muy específica. Y la probabilidad de dar un resultado equivocado es muy baja.

Pienso en Paula, una amiga, que ya se la había hecho. Ella sí que sufrió. No tuvo que ir al laboratorio, porque la llamaron: cita con el psicólogo. "Casi me muero en esos tres pasos de la recepción al consultorio, porque a mí me habían dicho que ella solo hablaba con uno si había algo malo", me contó.

Hizo un recorrido por su pasado y hasta insultó a alguien con su pensamiento. "Quería darme una charla de salud y prevención". Descanso para Paula y un aprendizaje: "Ahí fue cuando entendí que en las parejas no importa tanto la fidelidad, sino la lealtad. El querer al otro y cuidarlo para que esté sano siempre, que si me van a poner los cachos, que me los ponga con condón".

El empelicule es innegable, pero también funciona saber la responsabilidad. Y aunque no faltó el Ángel de mi guarda , porque el VIH da susto y te puede cambiar la vida en un segundo, te da seguridad para ver el resultado: una cifra inferior a uno y luego la palabra deseada: negativo.

Sonrisa y respiro de tranquilidad. Recuerdo a Miguel Ángel, quien es seropositivo: "La enfermedad no es tan mortal, porque ya hay tantas cosas que no necesariamente desarrollas Sida y puedes llevar una vida muy normal, pero prevenga, porque el VIH es real". El resultado en el cajón del escritorio. Un "lo sabías, Mónica", y la atención suficiente para el resto de la vida. Incluso para la "empeliculada" que sigue.

» Contexto
Mejor prevenir, como dicen por ahí

La tendencia mundial es que todas las personas se hicieran en algún momento de su vida la prueba. No obstante, si usted es población de riesgo, hágasela, indiscutiblemente.

La prevención es importante y empieza por seleccionar bien con quién estoy (porque sé cómo me comporto, pero no los demás), utilizar medidas de protección de barrera y si voy a hacerme un piercing o un tatuaje, asegurarme que todo sea nuevo. Si tiene factores de riesgo o es diagnosticado, nunca done sangre. Con una sola unidad se podría contagiar a tres personas o hasta a diez niños recién nacidos, porque si bien los bancos de sangre hacen pruebas, hay un periodo, conocido como ventada de riesgo, en que puede salir negativo. Dice la médica María Isabel Múnera Jaramillo: "indespensable, concientizar a la gente".


( FUENTE:EL COLOMBIANO.COM)

Mónica Quintero Restrepo



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