Michelle Rouillard Estrada, MISS COLOMBIA 2008
POR: JAVIER HERNANDO SANTAMARÍA
Imposible no hacer mención al aburridísimo certamen de belleza “Señorita Colombia” celebrado el pasado lunes en la ciudad de Cartagena, donde un jurado internacional sin muchas opciones para elegir a la que seria nueva soberana de los colombianos, le otorgó la corona a la caucana Michelle Rouillard Estrada de 22 años, poseedora de una belleza clásica, técnica en negocios internacionales de la Universidad de Concordia en Montreal, quien domina dos idiomas: El ingles y el francés.
Pese a estar estrenando auditorio, inapropiado por cierto, al certamen se sumaron otros lunares como las nuevas reglas de comportamiento para la permanencia de todos los asistentes al interior del magno recinto, que convirtieron la ceremonia en un aletargado y soso evento; Los acostumbrados coros de apoyo, los pitos y el bullicio característico de las comitivas acompañantes de las candidatas fueron reprimidos de tajo como en escuelita setentera con profesor armado con regla en mano, listo para aleccionar a los infractores del orden y la disciplina. “Miss Colombia” va de mal en peor mi apreciado Raymundo Angulo, eso que ni que.
Quizá ni Fanny Lu, ni la Españolísima Rosario lograron entusiasmar con sus respectivos shows al pasmado publico, pero si lo hizo, auque brevemente, la celebre respuesta dada por la candidata del departamento de Antioquia Verónica Velásquez Gómez cuando se hallaba en el grupo de las cinco finalistas, a la pregunta: ¿Usted cree que la mujer es el complemento del hombre? :
R/ “Yo creo que el hombre complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo en el sentido contrario y estamos para darnos cariño, para darnos amor, y la mujer es el complemento del hombre en un sentido muy bello, porque le amor, también le da cariño, el mundo esta evolucionando y cada vez le damos más amor al hombre, que en el caso colombiano alguna vez fueron machistas”.
Una frase campeona sin lugar a dudas, digna de un premio “Héctor”, inolvidable y que se perpetuara en el tiempo, quizá hasta cuando Verónica se atreva a evocarla con nostalgia y sin vergüenza junto a sus nietos. A propósito del reinado, uno de los personajes más detestado por las candidatas y en especial por las madres de las reinas, merecidamente creo, es el comentarista de espectáculos de la Cadena Caracol Radio Frank Solano, quien gracias a su peculiar estilo, caracterizado por decir las cosas “sin pelos en la lengua”, más allá de la irreverencia y pisando los linderos de la bellaquería, al herir sin recato la susceptibilidad de las señoritas participantes con sus comentarios desdeñosos, implacables y en muchas ocasiones lesionantes a su dignidad como mujeres. ¡Ojo mi apreciado Frank!, con la vara que mides, serás medido.
Como uno de los espacios más sintonizados el último semestre se ubico el reality de Canal Caracol “El Desafío de las regiones”, que dio como triunfador al antioqueño Juan Pablo Londoño, dueño del botín de los trescientos millones de pesos, además de un premio adicional de treinta millones por ser el participante favorito de todos los televidentes, gracias a su carisma y don de gentes demostrados durante su participación en el programa que condujo con mucha sobriedad y acierto la actriz y cantante Margarita Rosa de Francisco. Juan Pablo Londoño compartió su premio con “Peter” quien ocupó el segundo lugar, un santandereano con mucho coraje y empuje. En el 2009 se abrirá una nueva convocatoria para otro gran desafió, ¿Usted se le mide?...
La cadena mexicana Televisa adquirió los derechos de la telenovela de Fernando Gaitán “Hasta que la plata nos separe”, de la que planea hacer una versión con el nombre “Hasta que el dinero nos separe” y que tendría como eventuales protagonistas a Itati Cantoral y al argentino-mexicano Juan Soler. Cabe anotar que la versión mexicana del éxito colombiano “Pura Sangre”, se ubica como una de las telenovelas más vistas en México bajo el nombre “Mañana es para siempre” donde la actriz y cantante Lucero se esta fajando una excelente interpretación. Esperemos que logren hacer una adaptación digna, a la altura de la versión colombiana que se ha visto en toda América latina con buena receptividad.
Lamentable el deceso ayer de la sexóloga más irreverente y desparpajada de Hispanoamérica Anabel Ochoa, tras sufrir un derrame cerebral el pasado lunes en la ciudad de México donde se encontraba radicada junto a su familia. Anabel Ochoa escribió varios libros donde dejo plasmadas importantes apreciaciones sobre sexo, el tema Tabú, del que ella hablaba sin tapujos y con un picante único. Paz en su tumba.
Con el kilombo de las llamadas pirámides que han golpeado tremendamente el bolsillo de millares de colombianos incautos que cayeron en la red de estas captadoras ilegales de dineros con la ilusión de multiplicar mágicamente sus recursos, sin duda se podría escribir una miniserie bastante interesante basada en la historia del señor David Murcia, el gran estafador, un tipo de 28 años que de la noche a la mañana se convirtió en multimillonario y le genero al gobierno de Alvaro Uribe un dolor de cabeza que ni las goticas homeopáticas logran desaparecer.
Tristes, muy tristes se hallan la actriz Liliana González, más conocida como “La pajarita” de “Hasta que la plata nos separe” y el actor Julián Román por el fracaso prematuro en Colombia de su telenovela “Valentino el argentino”, la cual duro solo cuatro días al aire y para rematar el asunto, ahora pesa sobre la productora Vista Producciones y la autora de la historia Juana Uribe, una demanda por plagio. Liliana González tuvo que subir cerca de quince kilos de peso para caracterizar a la gorda Margarita, sacrificios para pensar, que solo actrices profesionales como ella asumen en pro de ofrecer a su público un trabajo a la altura, por fortuna la productora Vista Producciones le pagara la liposucción y todas las cirugías plásticas que le devuelvan la esbeltez a esta promisoria actriz. Julián Román por su lado le hace duelo a su recién terminada relación con la actriz Geraldine Zivic y al fracaso del que fue su primer gran protagónico.