
Reino Imperialista Socialista Bolivariano de Venezuela, 3 de mayo de 2027
Gumersindo: ¿Cómo está tu viejo?
Gumersindo: ¿Cómo está tu viejo?
Raimundo: Ahí, con sus achaques; sigue con el cuentito de que las vainas eran mejor antes.
Gumersindo: ¿Cómo que mejor? Si el hombre nuevo ahora es más feliz…
Raimundo: Sabes, la mariquera esa de que en el barrio uno jugaba lotería tres veces al día, había caballos los fines de semana, se jugaba béisbol de octubre a enero, había un canal que se llamaba RCTV con programas de pinga, no se hacía servicio militar obligatorio, la caña era legal, existía la UCV, había tolerancia, la gente era alegre, servían los teléfonos, había internet, no se iba la luz, había bancos, teníamos petróleo pa’ regalar, había una cosa que se llamaba sector privado y no teníamos rey.
Gumersindo: Tú me vas a perdonar, Rai, pero tu papá es un fascista tarifado del imperio; no lo denuncio porque es tu viejo…
Raimundo: Sí pana, no me lo recuerdes; yo lo que le digo a los inspectores cuando vienen a pasar revista es que está soyao. Y ahí el viejo empieza con la vaina de la dignidad y tal, pero lo dejan tranquilo por lo loco que está.
Gumersindo: Tu papá está quedao en la nota capitalista salvaje. Eso es muy común de la gente del siglo pasado, a los que les inculcaron los antivalores que nuestra sociedad socialista deslastró.
Raimundo: Sí, mi papá no quiere darse cuenta -de hecho, creo que la CIA le paga- que el desarrollo endógeno, la equidad social hacia abajo, la represión, la falta de libertad individual y la disciplina militar era lo que este país necesitaba para crear al hombre nuevo.
Gumersindo: Sí brother, yo estoy feliz porque cerraron la universidad y ahora estoy en el conuco sembrando yuca; eso de educarse en carreras elitescas es traición a la patria.
Raimundo: Eso es lo que yo digo, yo prefiero sembrar la yuca.
¡Yuca o muerte!
Ciro
Ciro