
POR: JAVIER SANTAMARÍA
Pocas veces los escritores de telenovelas se han arriesgado a revertir los patrones que siempre han regido al melodrama clásico y osar contarnos la trillada historia de la “Cenicienta” enfocada esencialmente por el lado masculino, mostrándonos a un representante del llamado sexo fuerte como un “Ceniciento”.
Jairo Camargo en la telenovela “Que Dios se lo pague” y Robinsón Díaz en “María Madrugada”, asumieron como los cenicientos de la historia con gran profesionalismo, logrando la empatía inmediata con la teleaudiencia, congraciada con estos hombres de alguna manera vilipendiados, engañados, humillados, pero con el temple necesario para redimirse.
Hace unos días el Canal CARACOL estreno su nueva telenovela “Pocholo”, en la que su protagonista es un ceniciento contemporáneo subyugado que emprende la batalla de redención sin perder su esencia humilde y buena, caracterizado por el versátil actor Orlando Valenzuela a quien recientemente vimos como el asistente gay, con ínfulas de español, del maquiavélico Iriarte en la telenovela-comedia “Los Reyes”.
Pocholo es una telenovela predecible de principio a fin, pero que desde ya cuenta con una buena porción de televidentes cautivos, pues este estilo de historias ensalzan de inmediato, la teleaudiencia siente especial afecto por los personajes sometidos, con los cuales halla plena identificación y viven con ellos su propia historia.
Referente al elenco que integra “Pocholo”, hay que calificar como un acierto el tener junto a Orlando Valenzuela a un teso en la actuación como Fernando Solórzano, el recordado “mompirri” amigo de Pedro el escamoso, asumiendo como el villano de la historia, es más este par de actores hasta último momento compitieron de tú a tú por el personaje de Pocholo, pero Solórzano encajo mejor como el maquiavélico cirujano plástico que le roba a su hermano la herencia y el amor de su interesada y frívola esposa caracterizada por la sexy Inés Oviedo.
Es difícil no asociar de inmediato al personaje de Pocholo con el de la recordada “Betty la fea”, es más, hay quienes concluyen que es la versión masculina de la fea, la caracterización aumenta esta sensación, pues aunque Pocholo es un hombre común y corriente, los lentes gruesos, su timidez, humildad y torpeza refrendan el parecido entre ambos personajes.
La intención de los libretistas es contarnos de manera amena y desprevenida una historia de superación personal, de cómo un hombre de 42 años, con una vida simple y en apariencia feliz, retoma las riendas de la misma para lograr las metas que por X o Y motivo quedaron en el limbo, en todos los planos, incluido el amoroso: “Querer es poder”, nuca es tarde para alcanzar lo que se quiere, no hay cosas imposibles de alcanzar, sino hombres incapaces de alcanzarlas.
Como todo melodrama que se respete, en “Pocholo”, los buenos y los malos se debaten en una lucha constante, y como siempre, el bien triunfara sobre el mal. De alguna manera esta telenovela viene a complacer a muchos televidentes hartos de tanto culebrón banal que no aportan nada en absoluto mas que hacer apología abierta a los antivalores.
POCHOLO es el producto más fuerte que tiene en este momento el Canal CARACOL, de alguna manera ha nivelado el golpeado rating, tras varios intentos fallidos de recuperación, aunque paradójicamente “Nadie es eterno en el mundo” no pasa de ser un culebrón de tercera, su audiencia también facilita balancear la situación frente a la competencia, pero pese a este significativo repunte el Canal RCN sigue siendo líder, pues cuenta con producciones muy fuertes como “La hija del Mariachi” y “Hasta que la plata nos separe”, dos cartas que deben manejar con extremado tino, pues ya empiezan a cansar por su estancamiento argumental y en el caso de la telenovela de Fernando Gaitán, la táctica de edición se esta convirtiendo en un arma de doble filo, que de no cambiarse terminara ahuyentando televidentes, no hay derecho a que se emitan solo 15 minutos de telenovela diaria rellenada con avances del capitulo anterior y avances del que viene y la consabida carga comercial.
Hay que darle tiempo al tiempo, como ya es sabido se avecina el estreno de un nuevo reality en reemplazo de “El desafío 2007”, como todo lo novedoso atrae, es factible que la audiencia del anterior se quede con este nuevo espacio en el que “decir la verdad paga”.
jahesa@hotmail.com