Monday, September 18, 2006
LA HIJA DEL MARIACHI
UN MELODRAMA DE VANGUARDIA
POR: JAVIER SANTAMARÍA
jahesa@hotmail.com
Se hace notorio el ímpetu de Canal RCN por seguir conquistando a la teleaudiencia con propuestas de melodrama vanguardista en los que imperan las historias verosímiles, ágiles y contemporáneas protagonizadas por personajes cada vez más lejanos de los manidos estereotipos fabricados por su antecesor el melodrama clásico, y que se conjugan en un esquema de producción exquisitamente cinematográfico.
La reconocida calidad que impera en las telenovelas colombianas se debe en gran parte a que finalizando los ochenta los pioneros y hacedores de nuestra insipiente industria cinematográfica volcaron sus conocimientos e ideas hacia la pantalla chica, como una manera de hacer cine en televisión a través de la telenovela.
Haciendo un paralelo comparativo, en países como México donde se manufacturan un grueso número de telenovelas cada año, la mayoría de ocasiones sin el merecido esmero en cuanto a detalles de producción y guión, se centran esencialmente en suplir la demanda de un basto mercado que han monopolizado por años, apoyados en la sobre explotación del melodrama clásico como única alternativa de oferta, un paradigma que aún temen romper totalmente.
Pero gracias a productoras como Carla Estrada, este patrón se ha quebrado con muy buenos resultados, ofreciendo producciones de impecable calidad técnica y actoral, apoyados en historias clásicas mucho mejor direccionadas.
TV Azteca a diferencia de Televisa no ha temido arriesgarse de lleno con nuevas propuestas melodramáticas de la mano de escritores como Bernardo Romero Pereiro (q.e.p.d) y productores como Epigmenio Ibarra, creando un precedente relativamente exitoso, ya que algunas de estas producciones se han visto opacadas por factores como el de la censura eclesiástica a razón de sus temáticas álgidas y controvertidas, obligándolos a retroceder al culebrón cursi.
Otra característica a favor de las producciones colombianas radica en la importancia que el libretista tiene dentro de una telenovela, la historia que se va a contar es la espina dorsal del proyecto, sobre la que empiezan a trabajar el director, el equipo técnico y obviamente los actores, en una sincronía armoniosa reflejada consecuentemente en el producto final.
En México, es el productor el eje único de cada proyecto y los libretistas, actores y equipo técnico giran a su alrededor supeditados a la visión subjetiva que este tenga. A diferencia de Colombia, en México aún se valen del apuntador para “agilizar” el arduo ritmo de las jornadas de grabación, recurso que aniquila casi por completo la naturalidad de los actores.
Un mal que aqueja últimamente a todas las cadenas televisivas reconocidas de América latina es recurrir a la pésima fórmula del refrito de viejos éxitos, como si fuera indicio declarado del agotamiento casi total de la creatividad, argumento rebatible cien por cien y que reafirma la importancia que tiene para el medio el apadrinamiento de nuevos escritores. De hecho Telemundo y TV Azteca han dado el primer paso para consolidar “Talleres Creativos”, como los que tenemos en Colombia, pero lamentablemente aquí están manejados por las influencias que ejercen los Dinosaurios del oficio, impidiendo la pluralidad creativa, en palabras escuetas: no quieren compartir “la torta” con nadie más.
Canal RCN se enfila a complacer los disímiles gustos de la tele audiencia conservando nuestro característico patrón de producción e idiosincrasia a través de un producto vanguardista en la que encajan sin problema: la telenovela-comedia, la telenovela de ruptura y el melodrama rosa contemporáneo, aceptados fácilmente en cualquier rincón del planeta.
LOS HACEDORES DE LA HISTORIA:
“La hija del mariachi”, escrita a dos manos por Mónica Agudelo y Mauricio Miranda armoniza estratégicamente acción y melodrama con un atractivo aderezo: La música vernácula mexicana; el primer episodio de entrada atrapa por el empleo neto del lenguaje cinematográfico acompañado de un sobresaliente derroche de recursos a todo nivel.
Mónica Agudelo fue una de las pupilas consentidas de Bernardo Romero Pereiro y lo asistió en varias de sus exitosas telenovelas, de su ingenio han surgido las historias de “Hombres”, “La Madre”, “La Costeña y el cachaco” entre otras; por su parte Mauricio Miranda trabajo muchos años en mancuerna con Mauricio Navas, este dúo dinámico rescato la miniserie y entre las más recordadas y exitosas ubicaron “La mujer del presidente”.
Hablando del elenco, este entremezcla a jóvenes talentos con actores de primera plana:
Luis Eduardo Arango, Nicolás Montero, la señora Alejandra Borrero, una promesa de la actuación representada en Carolina Ramírez y el debut en Colombia del carismático talento mexicano Mark Tacher. Sumemos la participación de la productora musical Josefina Severino, encargada de musicalizar telenovelas exitosas como “Café con aroma de mujer”, Antecedentes que ponen de manifiesto que la telenovela “La hija del mariachi” ha sido concebida para el éxito.