Tuesday, September 5, 2006

SIN TETAS NO HAY PARAISO

“El dedo en la llaga”

POR: JAVIER SANTAMARÍA

jahesa@hotmail.com

Cierta controversia a suscitado la miniserie “Sin tetas no hay paraíso” basada en el libro del mismo nombre escrito por el libretista Gustavo Bolívar, hacedor de historias de tinte social, en un lenguaje popular y descarnado.

Inicialmente el solo nombre causó revuelo en algunos sectores de nuestra aun mojigata sociedad, en la que ciertas palabras de nuestro rico y mágico idioma incomodan, chocan y hasta hacen sonrojar, pese a estar reconocidas por la Real Academia de la lengua Española, pero que gracias al desparpajo literario de escritores de la talla de Gabo se pronuncian hoy con más libertad y sin necesidad de disimularlas con el famoso “pitico” cuando se sueltan en un medio de comunicación.

Por esta misma razón el Canal Caracol estuvo ante la disyuntiva de cambiarle el titulo a la miniserie, pero determinaron dejarlo tal cual por el impacto y curiosidad que el mismo provoca. Superado el schock de la palabra “tetas”, ahora el debate se centra en el hecho de que la historia de “las chicas prepago” tiene como escenario principal a Pereira, ciudad a la que de cierta manera, aquí y en el exterior, se la ha estigmatizado como la cuna de la prostitucion colombiana.

La historia contada por Gustavo Bolívar está basada en hechos reales y de igual manera se mantuvo fidedigno a la ubicación geográfica de la misma, sin pecar en señalamientos directos, pues se quiera o no es una realidad que se vive en cualquier rincón no solo de Colombia, sino del mundo. Es obvio que cuando se pone el dedo en la llaga en temáticas álgidas como la prostitución, el sicariato, el narcotráfico, los llamados lunares malignos de nuestro entorno social, empezamos a blandir mecanismos de defensa, como tratando de tapar el sol con un dedo.

Toda esta polémica a catapultado el rating de “Sin tetas no hay paraíso”, al punto de ubicarla como el programa más visto en Colombia el ultimo semestre, cerca de cinco millones de personas la siguen noche a noche y pasa a reivindicar el azotado liderazgo de Canal Caracol en la franja triple A, que se ha mantenido en constante declive desde la finalización de “Pasión de Gavilanes” gracias a los desaciertos en la escogencia de telenovelas y realities de su parrilla televisiva, la mayoría se han convertido en notorios descalabros.

Podríamos decir que el éxito en ventas alcanzado por el libro, entreveían la acogida abrumadora de la miniserie y más si fue su mismo autor el encargado de hacer la adaptación para televisión, conservando de esta manera la esencia de la historia original y sus personajes. Para fortuna, en lo que va transcurrido de la miniserie se nota el tesón impuesto por todo el equipo técnico y actoral que participo en ella.

Los actores y actrices logran destacada naturalidad, pese a que la gran mayoría no tuvo tiempo para preparar los personajes y fue sobre la marcha de las grabaciones que empezaron a darles forma, apoyados principalmente en la lectura previa del libro.

“Sin tetas no hay paraíso” certifica que la audiencia anhela volver a tener en la pantalla chica este tipo de formatos, y que pese a todo el polvorín que puedan levantar en algunos sectores ciertas temáticas, estas reflejan una cruda realidad y sin apologizar antivalores, valen para aleccionar a la tele audiencia