Por: Javier Santamaría
jahesa@hotmail.com
Fernando Gaitan muy seguramente jamás llegó a imaginarse, ni mucho menos calcular con precisión la magnitud del éxito que su historia sobre una fea alcanzaría alrededor del mundo durante estos casi siete años, en los que su telenovela-comedia “Yo soy Betty la fea”, ha recorrido más de setenta países, tan disímiles en sus culturas y costumbres, pero que de igual manera han sucumbido sin remedio al sutil encanto de la fea colombiana.
Nuestra Betty ha sido doblada a varios idiomas, incluido el chino, se han hecho adaptaciones en México, India, Francia, Rusia, Estados Unidos, con relativo éxito, pero ninguna de ellas ha logrado superar “ese no sé que” que lleva plasmada la versión colombiana.
Y es que “ Yo soy Betty la fea” no necesito de una producción esplendorosa, exteriores y tomas cinematográficas, locaciones en estudio llamativas, ni actrices cargadas de silicona, ni actores como muñecos de torta para robarse la atención de los televidentes desde el primer episodio.
Todo estaba confabulando para que la historia de Beatriz Pinzón Solano una fea desaliñada pero muy inteligente se convirtiera en un rotundo éxito: la magistral interpretación de la actriz Ana María Orozco acompañada por un empático y talentoso elenco, la mancuerna simbiótica entre el Director y un libretista fanático de la comedia gringa, todos en conjunto respaldados irrestrictamente por un Canal que se la jugaba toda, con lo que al principio fue considerada una idea descabellada, simplemente por transgredir los parámetros establecidos por el melodrama convencional, en el que han prevalecido siempre una horda de estereotipos y patrones amañados.
“Betty” nos toco las fibras más interiores, provoco un remesón de sentimientos con un aderezo especial: el humor. Aunque par algunos la telenovela tuvo un final convencional, el ramillete de moralejas que nos dejo “Betty” es lo que esencialmente la convierte en una de las grandes telenovelas en la historia del melodrama mundial.
Los Españoles se aprestan para ver “Yo soy Bea”, su propia versión producida por el Canal Tele Cinco, que se une a la larga lista de adaptaciones, un eco en el acantilado de las nostalgias que nunca nos pesara revivir y es que en lo personal, hace siete largos años “Betty” me permitió ser el líder de una comunidad cibernética de “Betymaniacos” en donde me mantuve en contacto con cerca de 5000 personas (amigos y amigas)alrededor del mundo, fanáticos de esta telenovela-comedia, tantas culturas y maneras de pensar reunidas en un rincón de la web, presos todos de una historia sin igual.
Que momentos aquellos en los que casi reventaban mi correo electrónico reclamando el resumen del día con cada uno de los detalles del episodio emitido la noche anterior en Colombia, vaya lío cuando el foro de telenovelas colombianas colapsaba y hacia más angustiosa la espera, allí deje plasmado mi anhelo manifiesto de formarme como libretista, allí conocí a mi amiga Chilenita Verónica, allí fui infiel con un amor cibernético (la gran incógnita de alguien que dijo ser, quien no era y nunca tuvo valor para develarse, ¿ Donde estas Melina?, tema para otra telenovela...)
Aun conservo el articulo publicado en Puerto Rico, aun recibo uno que otro correo rememorando aquella bonita época en la que una fea marco nuestras existencias.
Si usted es de esos que no se da por enterado o no sabe a que me refiero busque en la web “Resúmenes colombianos de Betty la fea”, allí para la posteridad quedo la huella indeleble de una fea que unió naciones.
¡A todas aquellas amistades un abrazo rompecostillas desde mi Colombia del alma!