“MÁS BUENAS QUE EL PAN”
POR: JAVIER SANTAMARÍA
Linda Arbelaez, Deborah Smith y Frida Carbó conforman actualmente un trío muy particular en el horario estelar de la televisión colombiana, ellas son las encargadas de “hacer de cuadritos” la vida a las protagonistas de: “La Ex”, “Amores Cruzados” y “Merlina Mujer Divina” y son tres disímiles y carismáticas actrices las encargadas de prestarle cuerpo y sentimientos a estas mujeres que por inercia dramática se colocan en el ojo del huracán, robándose gran parte del protagonismo de estos exitosos melodramas y obviamente el odio o una solapada solidaridad de un grueso de la tele audiencia amante de las telenovelas.
Es que sin villanos, el melodrama no tendría ese toque necesario de intriga que a posteridad ha enfrentado los dos polos, son un mal necesario que termina por lo general haciendo cumplir la premisa “El bien siempre prevalece por encima del mal”. Los villanos son victimas de sus pérfidas acciones y los buenos tras tantos desalmados embates de maldad culminan para fortuna: “felices comiendo perdices”.
En lo que respecta a Angela Vergara, personificar a Linda Arbelaez ha sido un reto que en buena hora le ha permitido demostrar que no se quedo como la modelito y presentadora que intento ser actriz y sucumbió en el intento, que pese a estar ausente varios años de la televisión, ha regresado con el firme convencimiento de que su potencial histriónico sigue latente y ahora es una profesional de la actuación versátil, que maduro con el tiempo, tanto, que su co-protagonico en la telenovela-comedia “La Ex” es destacable y merece buenas criticas.
Linda Arbelaez es la clásica devoradora de hombres, sabe con lo que cuenta y lo utiliza en su provecho, no tiene escrúpulo alguno y su más enconado reto es dejar de ser “la amante” para convertirse en “la señora de...”.
Lorena Meritano es una de las pocas actrices extranjeras que con su perseverancia y profesionalismo se ha ido ganando un sitial destacado en la televisión colombiana. La vimos inicialmente en una participación especial en “Ecomoda”, se lanzo a un rol muy distinto en la serie “La lectora”, se convirtió mágicamente en Dinora Rosales la villana de “Pasión de Gavilanes” y ahora logra un matiz distinto igualmente como villana interpretando a Frida Carbó, una mujer ambiciosa, calculadora, fría y algo enigmática que se mueve entre sus bajos instintos y los pecados del pasado en la telenovela “Merlina mujer Divina”. Cabe destacar el empeño que la actriz ha hecho para neutralizar su acento gaucho, ha logrado“colombianizarlo” en un buen grado, pese a que aquí los productores no tienen dicha exigencia.
La participación de Lorena en el reality “La isla de los famosos”, nos permitió ver al ser humano, a la mujer real, de carne y hueso: aguerrida, leal, sincera, una bella persona con grandes cualidades. De cerrarse una negociación la actriz argentina seria en buena hora una de las protagonistas de la versión colombiana de “Esposas Desesperadas”, lo que la mantendría en Colombia unos meses más, pese a la nostalgia que siente por su país y principalmente por los suyos.
Finalmente la trilogía de villanas se cierra con Andrea López, quien igualmente estuvo retirada de los sets de grabación algunos años, tras una carrera en la que ha ido del melodrama a la comedia. Se le recuerda especialmente por su personaje de “La rana” en la comedia “O todos en la cama”. Actualmente nos sorprende gratamente con su personaje de la antipática Deborah Smith en la co-producción colombo mexicana “Amores Cruzados”, es en mi opinión un trabajo que denota su madurez actoral, se le percibe compenetrada 100% a su personaje, en pocas palabras es una caracterización exquisita y la mejor que le hemos visto hasta este momento.
Podríamos concluir que estas actrices se encuentran en su “cuarto de hora” gracias a su perseverancia y entrega a lo largo de sus carreras, aunque son unos angelitos, mas buenas que el pan y en la vida real no tienen que recurrir a malévolas artimañas para alcanzar el amor y sus propósitos de vida como sus personajes, hoy le deben a sus villanas infinita gratitud.