Sunday, October 16, 2005

RENACE UN VIEJO EXITO DE LA TV COLOMBIANA


POR: JAVIER SANTAMARÍA

La muerte ha sido un tema inquietante para el ser humano, miles de cuestionamientos y muy pocas fehacientes respuestas, libros, artículos, componendas de toda clase a lo largo de la historia han intentado dar claridad a ese enigma que mortifica, pero que irremediablemente sabemos algún día ha de llegarnos como una regla inquebrantable que el ser humano se obstina en vencer.

Hoy en día la clonación es quizá el avance más osado de la comunidad científica con el que según concluyen lograran a largo plazo la tan anhelada inmortalidad, esa misma que está plasmada en los textos bíblicos como una esperanza ofrecida únicamente por el Supremo Creador.

El cine y la televisión, tampoco han sido ajenos al tema de la parca, la reencarnación, la vida después de la muerte; Diez años atrás el inquieto libretista Julio Jiménez se consagro a escribir una historia en la que planteaba estos interrogantes y fue así como nació “En cuerpo ajeno”, una de las telenovelas más exitosas de la televisión colombiana.

La telenovela narraba la historia de Pedro José Donoso un potentado hombre negocios de avanzada edad, enfermo y con la pesadumbre de saberse a un paso de la muerte y la impotencia de no poder evitar lo irremediable; tremendamente arrepentido de no haberle dado valía a todas aquellas cosas sencillas que le infunden real sentido a la existencia, de no haberle dado un oportuno chance al amor, en conclusión de no deleitarse a plenitud con el placer de vivir la vida.

El veterano actor Julio Medina fue el encargado de prestarle sus emociones a Pedro José Donoso en el ocaso de su vida, la ambigua, sensual y muy ambiciosa Isabel fue encarnada por la Diva Colombiana Amparo Grisales y Armando Gutiérrez interpretó al socarrado traidor de Andrés Corona.

Los papeles secundarios estuvieron a cargo de actrices como Maribel Abello, quien pese a ser muy joven, asumió en esa época el rol de Abigail, la fiel ama de llaves de la casa, madre de Antonio y Simón, aunque la caracterización de mujer mayor no convencía mucho, su actuación superó con creces este escollo, lucimiento que fue avalado por el mismo Julio Jiménez.

La primera actriz Delfina Guido (q.e.p.d) interpretó a la arrogante, intrigosa y detestable Nina, el personaje de Ángela fue asumido por la entonces modelo con pretensiones de actriz Erika Schuck, Antonio y Simón corrieron por cuenta de los actores Carlos Congote y Ramiro Meneses.
El trascendente personaje de Salvador Cerinza(Donoso reencarnado) recayó sobre el entonces modelo-actor Danilo Santos, quien valiente esgrimió todas las criticas a su trabajo y opto por sobrellevar el protagónico con responsabilidad hasta el final.

La historia esta sostenida en unos diálogos impecablemente concebidos para manipular la sicología de todos los personajes, aunque en Colombia siempre se ha criticado injustamente a Julio Jiménez por el característico emperifollamiento en sus textos, ellos son el pilar fundamental de todas sus historias, no hay que olvidar que “El señor del misterio” viene de la escuela de la radio novela.

La poca trascendencia que han tenido los refritos de otras historias de Julio Jiménez realizadas por Telemundo y RTI, se debe justamente a que no han respetado los textos, digan lo que digan, tocarlos es prácticamente una herejía.

Remitiéndome a la nueva versión de “En cuerpo Ajeno” y que Telemundo a remozado bajo el nombre de “El cuerpo del deseo”, advierto que está vez han respeto la esencia de la historia, los diálogos han sufrido leves variaciones, como para que sean mejor digeridos por la comunidad mexicana residente en Estados Unidos, quienes están acostumbrados a lo superfluo de los libretos que manejan los culebrones de Televisa.

Sobre Los actores y actrices y sus caracterizaciones, hasta el momento no me convencen para nada las de Andrés García y Mario Cimarro, sé que me cortaran la lengua si oso decir que este par de señores NO son actores, o mejor dicho, hasta este momento no han demostrado que son más, que hombres apuestos recitando unos parlamentos.

Analicen con cuidado las escenas del señor Andrés García y denotaran que no manifiesta ninguna emoción, parece una loro mojado repitiendo un diálogo al que le falta visceralidad, ¡vida¡ y ni que decir del Adonis Cimarro, tiene un notable problema de vocalización, eso de entremezclar acento mexicano con cubano provoca que hable como si tuviera pegamento en la boca, su éxito esta soportado netamente en sus atributos físicos, más no en su capacidad histriónica, lamentablemente aun en bruto.

Si tenemos en cuenta que a lo largo de la historia hay escenas intensas, cargadas de emotividad tras el regreso de Pedro José Donoso reencarnado en Salvador Cerinza, se corre el riesgo de que el ritmo dramático decaiga poco a poco.

Recuerdo que hay una escena cumbre entre Salvador y Andrés Corona, en la que se descubre la verdad, enfrentados cara a cara, la imagen del viejo se entremezcla con la del recio campesino, el solapado traidor intenta matar a ese hombre que regreso de la muerte para cobrar venganza, los diálogos son intensos, segundo a segundo brotan emociones cruzadas. El señor Martín Karpan la tiene bien difícil, pues esta en el deber de no dejar caer un interesante personaje que como ya dije antaño caracterizó excelentemente el primer actor Armando Gutiérrez.

La señora Lorena Rojas pasa la prueba, tiene las características básicas del personaje, igualmente el resto de actrices pasan la prueba, junto a los jóvenes actores que desempeñan los roles de Simón y Antonio. De paso lamento que no hallan escogido a una verdadera cantante para interpretar el tema del cabezote, “zapatero a tus zapatos”, Lorena, es buena actriz, sensual y bella, pero para cantante le falta mucho trecho, bueno al menos lo hace mejor que otras que dan grima escucharlas como la famosa “Tesorito”.

Obviamente estoy prendado con “El cuerpo del deseo” esperando que Telemundo y RTI se reivindiquen y hagan algo digno del señor del misterio, Julio Jiménez.
También seria estupendo ver próximamente nuevas versiones de otros éxitos como “El ángel de piedra” que catapulto a la fama en Colombia a Miguel Varoni, “El segundo Enemigo”, “Por que mataron a Betty si era tan buena muchacha” entre otras.

El final de “En cuerpo ajeno” tiene también mucha agilidad y un planteamiento profundo sobre la vida y la muerte, en conclusión como más o menos dice un poema “a pesar de todo el mundo marcha como debiera”, la vida continua, el mundo sigue girando, la vida es hermosa.


jahesa@hotmail.com